El FC Barcelona se impuso al BATE Borisov (0-2) en partido correspondiente a la tercera jornada de la fase de grupos, y con estos 3 puntos y el empate de la Roma en Leverkusen, refuerza su liderato al término de la primera vuelta, en una noche de frío intenso en el Borisov Arena donde Neymar con sus asistencias y Rakitic, saliendo desde el banquillo, con sus goles evitaron la congelación de los blaugranas.

El objetivo era claro, no fiarse para no verse sorprendidos como le pasó a la Roma (3-2) y lograr el triunfo que consolidara el liderato. Lo lograron los blaugranas no con un gran juego sino con un partido inteligente en el que apretaron a rachas buscando abrir la lata y, cuando lo lograron, tuvieron el temple necesario para buscar la sentencia sin dejar nunca desprotegida su espalda.

Con el BATE Borisov encerrado atrás y buscando las contras, el Barça supo leer bien la situación y no se volcó al ataque sino que intentó jugar por el centro. Sin los lesionados Andrés Iniesta y Rafinha, y con el cambio forzado que tuvo que pedir por molestias Sergi Roberto en el minuto 18, el centro del campo movió el balón más lento, más predecible, pero sin dudar y sin arriesgar.

Así, lentos pero firmes, fueron los blaugranas hacia el triunfo. Además, no fue hasta el minuto 77 que el BATE Borisov disparó a puerta y obligó a Marc-André Ter Stegen a intervenir más allá de una acción que no fuera sacar de puerta o intervenir en la salida del balón. El tándem formado por Neymar y Rakitic desarboló la defensa bielorruso y evitó que el Barça quedara congelado en el nuevo Borisov Arena.