El concejal de Urbanismo de Vila-real, Emili Obiol, anunció ayer que los servicios técnicos municipales ya trabajan para encontrar una «grieta legal» que permita al ayuntamiento «dar soluciones» a los problemas de los vecinos de la partida del Madrigal, en especial en lo referente a la falta de alumbrado nocturno.
Obiol advirtió de que la búsqueda de soluciones «no será fácil» debido a la situación en la que se encuentra el PAI Madrigal, que calificó de «pantanosa» ante la inacción de la empresa urbanizadora que tiene todos los derechos de actuación. Eso sí, afirmó que desde la concejalía que lidera intentarán dar una respuesta positiva a la reivindicación vecinal «durante el primer tercio de la legislatura».
El edil de Urbanismo indicó que el consistorio ya se había ofrecido, en una reunión con la urbanizadora (Bankia), a asumir el coste de la instalación del alumbrado público, que costaría 63.000 euros, y que la respuesta obtenida fue negativa. «Nos dijeron que ellos lo asumirían, pero que antes el ayuntamiento debía de pagar los 3,6 millones de euros que les permitirían abandonar el PAI, y eso sí que no lo haremos», sentenció.
En referencia a la situación de «estancamiento» no solo del PAI de Madrigal sino también de otros proyectos de urbanización importantes, como el de la carretera de Onda, Obiol aseguró que el ayuntamiento denunciará «sí o sí» a las empresas ante la justicia, porque consideran que éstas pretenden «irse, incumpliendo sus obligaciones de gestión de los PAI, y además cobrar de todos los vila-realenses».
Por su parte, la concejala del PP, Marisa Mezquita, instó al equipo de gobierno a realizar una «auditoría» de los servicios que faltan en la urbanización, entre ellos el alumbrado, como punto de partida para «comenzar a trabajar». Respecto al PAI Madrigal, el PP considera que el equipo de gobierno «ha querido dar la imagen de que se han hecho cosas», pero «han dejado perder una legislatura sin tomar ninguna decisión».
La AA VV del Madrigal denunció a través de Levante de Castelló la situación de «inseguridad» que se vive en las calles situadas entre el camino viejo Castellón - Onda y la calle Ermita, que se quedan a oscuras cuando anochece. En este sentido, pidieron una solución «urgente» al consistorio, aunque dijeron estar al corriente de la inacción de la urbanizadora y de los intentos del equipo de gobierno por mediar con la empresa.
