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La antigua Papelera de Borriana será historia para finales de año

Las esperadas obras de derribo de la fábrica comenzarán hoy sobre el terreno tras la visita ayer a las ruinas de los técnicos de la empresa adjudicataria Los trabajos durarán entre dos y tres meses

La antigua Papelera de Borriana será historia para finales de año

Los técnicos y el encargado de obra de Becsa, la empresa adjudicataria de la demolición de la Papelera de Borriana, realizaron ayer la primera de las fases para la demolición definitiva del edificio. Su visita a la antigua fábrica supone en la práctica el inicio definitivo de unas obras de demolición que se habían convertido en uno de los asuntos municipales más enquistados y controvertidos del municipio. A partir de ese estudio sobre el terreno, hoy mismo comenzarán los primeros trabajos de acondicionamiento del edificio para su derribo. Las obras se alargarán durante más de dos meses.

A partir de hoy, se sucederán una serie de fases para acabar con la antigua fábrica de papel, así como para adecuar un solar anexo y derribar otra de las edificaciones pertenecientes al complejo industrial. Inicialmente, se necesitarán un mínimo de tres jornadas para la adecuación. Los primeros trabajos se centrarán en la instalación de casetas para los trabajadores, el desbrozamiento de la zona de entrada al edificio y la canalización del agua necesaria tanto para la obra como para el desvío de las acequias cercanas.

En una segunda fase, los trabajadores de la empresa adjudicataria Becsa se encargarán de la limpieza y retirada de diferentes materiales de la construcción inicial. De esta forma, se retirarán las placas de fibrocemento siguiendo el protocolo marcado para este tipo de actuaciones.

Tal y como explicaba el mismo edil de Urbanismo, Bruno Arnandis «no existe peligro para los vecinos cercanos y viandantes, ya que los trabajadores siguen todo un protocolo de extracción de este material que limita cualquier tipo de riesgo».

Una vez vaciado de forma total el edificio, tan solo restará la fase de demolición del esqueleto industrial de la gran fábrica. Según informaban los mismos técnicos presentes ayer en la Papelera, los márgenes de actuación se enmarcan en «una horquilla de dos a tres meses, ya que los trabajos previos de adecuación son bastante costosos».

290.000 ? de presupuesto

El presupuesto total para llevar a cabo el derribo es de 290.000 euros, pese a que lo más costoso del proyecto de demolición han sido las trabas jurídicas con las que se ha encontrado el consistorio. El futuro del gigante industrial de cemento está bien claro con su próxima demolición, pero no tanto la utilización que se hará de la zona. Las obras contemplan salvar tanto la chimenea industrial como el pozo anexo al edificio por su carácter de patrimonio industrial. Desde el consistorio se anunciaba que una vez finalizado el derribo, está proyectado un aparcamiento para camiones «pese a haber varias propuestas de reutilización del espacio, estamos algo atados de pies y manos ya que la firma de la adjudicación se hizo el 12 de junio, último día de gobierno del anterior alcalde, con lo que no hay demasiado margen para actuar».

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