El candidato socialista al Congreso y cabeza de lista por la provincia de Castelló, Artemi Rallo, manifestó ayer que, en poco más de 100 días de Gobierno con Ximo Puig, la Generalitat «es un claro ejemplo de lo que podría llegar a ser este país con un gobierno progresista y con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno».

Rallo puso en valor el programa electoral con el que los socialistas se presentan a las elecciones generales del próximo 20 de diciembre porque, según señaló, «donde gobiernan los socialistas se gobierna con hechos y tomando medidas para que la sociedad sea más justa y todos, sin ninguna exclusión, tengan las oportunidades que se merecen». En este sentido, lamentó que «mientras los gobiernos del PP han creado una Comunitat y una España llena de desigualdades e injusticias, con los mayores recortes en Educación, Sanidad y Servicios Sociales, con la implantación de una reforma laboral que ha favorecido los despidos, permitiendo el exilio de nuestros jóvenes, aquí, en la Comunitat Valenciana, en tan sólo 100 días un gobierno progresista ha devuelto la dignidad a las instituciones y a los ciudadanos y ciudadanas».

El candidato citó algunas de las medidas ya implantadas en la Comunitat y que formarán parte del programa electoral de los socialistas, como es garantizar el acceso a la sanidad universal; la eliminación del copago farmacéutico y a los discapacitados; la elaboración de una ley sobre la función social de la vivienda; el pago de más de 70 de los 230 millones prometidos en ayudas a la vivienda; la paralización de los desahucios a personas en riesgo de exclusión social; la gratuidad de los libros de texto, la ampliación de las becas comedor o la gratuidad en la educación de 0 a 3 años.

Rallo incidió en que el programa con el que los socialistas se presentan a las próximas elecciones apuesta por «el reformismo frente a la inacción, por la ejemplaridad frente a la connivencia con la corrupción y por el diálogo frente a la imposición y el autoritarismo». En esta línea, subrayó que se trata de «un contrato con la ciudadanía, que hay que cumplir, tal y como lo está haciendo Puig al frente de la Generalitat. No vamos a comprometernos con nada que no podemos realizar».