La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, anunció ayer que el gobierno local ha aprobado un paquete de medidas fiscales para conseguir «una fiscalidad más progresiva, reactivar la economía local y garantizar la suficiencia financiera del ayuntamiento». Entre otras medidas, se bajará el coeficiente catastral del IBI para mantener invariable el recibo de este gravamen y disminuirá un 50 % la tasa de terrazas.

Marco, que compareció con el teniente de alcalde de Gestión Municipal, Antonio Lorenzo, tras la Junta de Gobierno Extraordinaria que aprobó estas medidas, explicó que la revisión afecta al Impuesto de Bienes Inmuebles, al Impuesto de Construcciones y Obras, al Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica y a las tasas de ocupación de vía pública y vados.

La alcaldesa señaló que la principal modificación aprobada es la relativa al IBI, un impuesto que tiene mucha importancia en la recaudación municipal y permite la financiación de la gran parte de los servicios ciudadanos. El Gobierno Local ha aprobado un ajuste a la baja del coeficiente de un 2,35%, de forma que pasará del 0,7850% aplicado en 2015 al 0,7690% en el 2016. «Somos conscientes de que para la mayoría de las economías familiares de Castellón el pago del IBI representa un gran esfuerzo. La revisión de valores catastrales realizada en los últimos años ha elevado de forma sustancial la cuantía del recibo de manera que inmuebles que han visto devaluado su valor por la crisis están pagando impuestos acordes a los valores precrisis», reseñó. «Desde el gobierno municipal creemos que es necesario pedir al Ministerio de Hacienda una nueva ponencia catastral para corregir este desajuste pero no es posible hasta 2017. Mientras tanto, nuestra prioridad es que la ciudadanía no tenga que incrementar más este esfuerzo fiscal y para ello hemos realizado este ajuste a la baja del coeficiente que permitirá que una gran mayoría de viviendas mantenga una cuota similar a la actual, salvo en aquellos casos que sufran revalorizaciones puntuales del valor catastral».

Lorenzo destacó que las arcas municipales dejarán de ingresar 1,2 millones de euros por el IBI 2016, ya que hay que sumar el recorte de 1,1 millones en la recaudación de este impuesto que se va a producir por el cambio de consideración que tendrá el suelo urbano que pasa a tributar como rústico, por sentencia judicial.

En cuanto al IBI, también se ha considerado oportuno implantar un criterio de cierta progresividad fiscal en la aplicación del impuesto, en el caso de las familias numerosas, de manera que la bonificación de la cuota íntegra se efectuará en proporción al nivel de renta por cada uno de lo integrantes de la unidad familiar.

Con respecto al Impuesto de Construcciones y Obras, el Gobierno municipal de Castelló ha realizado un pequeño ajuste de forma que se deducirá del cobro del impuesto un porcentaje de la tasa de prestación de servicios urbanísticos. El 25% si el presupuesto es hasta 100.000 euros y el 50% si es hasta 200.000 euros, lo que supondrá un descenso de ingresos para el ayuntamiento de más de 83.000 euros.

Por lo que respecta a las tasas, hay que destacar la modificación de la tasa de ocupación de vía pública ya que, después de varios años de subidas, se disminuye la tasa por mesas y sillas en un 50%, lo que beneficiará al sector de la hostelería. También bajan las tasas por casetas de venta, mercadillos y actividades recreativas entre un 10% y un 20%, si se solicitan por semanas o meses, en vez de por día.

Asimismo, quedarán exentas de pago las ocupaciones de vía pública que realice el Patronato de Fiestas para actos festivos y todo tipo de entidades culturales.