No tuvo rival. El Amics Castelló consiguió anoche en Lleida su tercera victoria consecutiva y logró aumentar las buenas sensaciones con las que ha iniciado la temporada. Los de Toni Ten fueron superiores en juego y marcador, y se llevaron un plácido triunfo a domicilio.

El primer cuarto fue relativamente cómodo para los castellonenses, quienes desde el primer minuto imprimieron un ritmo alto que puso contra las cuerdas a los catalanes, superándoles en el juego interior. Los locales lo intentaban con tímidas reacciones, pero los de Toni Ten no estaban dispuestos a dejar escapar la renta que habían adquirido (18-30).

Ya en el segundo, el Amics salió algo más relajado y cedió un parcial de 5-0 para los locales. Ten reorganizó rápidamente a los suyos y estos volvieron a controlar el partido, liderados por Juan Cabot. Tan solo un arreón del Lleida en los últimos minutos, le permitió acortar la distancia a ocho puntos y cerrar un parcial de 26-22 antes de marcharse al descanso (44-52).

No había que alarmarse, pero tampoco que confiarse en exceso ya que el Lleida, aunque colista en la Leb Oro, no estaba siendo un mal rival. Y así, el Amics volvió a ponerse el mono de trabajo para subir la intensidad defensiva y arrancar de una tirada una ventaja que fuera insalvable para los locales. Esta llegó a ser de hasta quince puntos y parecía lo suficientemente abultada como para que los catalanes se vinieran a bajo (59-74).

Final con cierta tensión

Sin embargo, y lejos de la realidad, el Lleida no bajó los brazos y siguió metido en el partido, apurando sus opciones de por lo menos maquillar el resultado en el último cuarto. Siguió con la defensa en zona, ralentizando los ataques castellonenses y se puso a ocho puntos en el tramo final del partido, que fue de nuevo de infarto. Porque, aunque aparentemente el Amics no parecía temer por acabar derrotado en su visita a tierras ilerdenses, el Lleida quería por lo menos intentarlo espoleado por la grada. Pero, ni aun así, la victoria se le escapó al Amics.