El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, prometió en agosto de 2013, como líder del PSPV, que los socialistas presentarían una modificación legislativa en las Corts para incluir en la ley valenciana de drogodependencias la prohibición de que las cafeterías ubicadas en edificios y centros públicos sirvan alcohol de alta graduación. Del veto se exceptuaba la cerveza y el vino. La iniciativa, sin embargo, no llegó a concretarse. Puig anunció que promovería la prohibición también en el Congreso.