La propuesta lanzada anteayer en el pleno de las Corts Valencianes de revertir a suelo rústico los PAI sin edificar pone en el punto de mira cerca de 30 millones de metros cuadrados de terrenos en la provincia de Castelló. El principal programa urbanístico pendiente de desarrollo es el de Marina d'Or Golf, que está bloqueado por una sentencia judicial y que contempla la construcción de la mayor ciudad de vacaciones de Europa.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, recogió el guante lanzado por la portavoz de Ciudadanos, Carolina Punset, y anunció su intención de cambiar la política urbanística de la Comunitat desclasificando miles de hectáreas declaradas urbanizables en los años de la fiebre inmobiliaria. Esta declaración de intenciones pone la lupa sobre aquellos PAI que se quedaron sin desarrollar por el estallido de la burbuja inmobiliaria.

En la provincia hay numerosos programas urbanísticos paralizados. El mayor es el PAI Marina d'Or Golf, el megaproyecto de 18 millones de metros cuadrados previsto en Cabanes y Orpesa, que contemplaba la construcción de 36.000 viviendas, además de hoteles temáticos, campos de golf o pistas artificiales de esquí. El PAI está bloqueado por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia valenciano, que anuló la aprobación. La resolución está recurrida ante el Tribunal Supremo, que todavía no se ha pronunciado.

El de Cabanes-Orpesa no es el único plan paralizado. En esta situación están también proyectos como el PAI de la carretera de Onda de Vila-real de 2 millones de metros cuadrados; el Espai Vila-real, con otro millón; los dos millones de metros cuadrados del PAI de golf de Moncofa; o parte del terreno proyectado en el PAI Benicasim Golf que, por orden judicial, tendrá que dejarse fuera del proyecto.

Proyectos como el PAI Golf Sant Gregori de Borriana o el Doña Blanca Golf de Torreblanca siguen adelante, y con los terrenos ya reparcelados, pese a que las adjudicatarias pidieron moratorias para iniciar los trabajos. En Borriana acaban de iniciar el proceso para retirar la adjudicación a la empresa y, en Torreblanca, los juzgados resolvieron a favor del consistorio, que tomó la misma decisión. En estos dos casos, los terrenos, pese a no estar urbanizados, tienen ya la condición de urbanos.

En la ciudad de Castelló, se han quedado sin ejecutar una veintena de PAI que abarcan cerca de un millón de metros cuadrados. El principal desarrollo paralizado es el de Mestrets, una propuesta anunciada en 2003 que contemplaba 6.000 viviendas en 700.000 metros cuadrados de la zona noroeste de la ciudad. En Castelló se da el añadido de que el PGOU se encuentra anulado desde 2013 y su planeamiento opera a través de unas normas urbanísticas transitorias. El actual ejecutivo local prevé aprobar el nuevo PGOU a finales de 2017 y contempla un importante ajuste en el suelo urbanizable e industrial.También están en punto muerto pastillas situadas en la carretera Ribesalbes y la Quadra Saboner (40 UER), entre la avenida Enrique Gimeno y la Quadra Salera, así como un desarrollo entre la avenida Hermanos Bou y la partida de los Patos en el distrito marítimo, entre otros.

Fuentes de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio explicaron que su intención es establecer una normativa reguladora que facilite la reducción de la superficie urbanizable. Así, se establecerá un catálogo de aquellos PAI que se encuentran menos avanzados en su tramitación y que son susceptibles de reversión. Las mismas fuentes incidieron en que se trata de poner herramientas al servicio de los ayuntamientos. Según señalaron, habrá que analizar la casuística, ya que la Generalitat no está en disposición de indemnizar a los propietarios.