Cuando un representante de la Policía Local entró ayer por la tarde en la Mezquita de la Vall d'Uixó posiblemente no fue consciente de la trascendencia de ese momento, y también es probable que algunas de las personas que le recibieron se sintieran algo desubicadas, porque no es habitual que un agente de la autoridad entre en un templo y la visión de ellos que se suele tener en países como Marruecos y Argelia tiene que ver más con represión y cárcel, que con integración. De este modo, el simple hecho de que un policía local compartiera la tarde con algunos miembros de la comunidad islámica, fue ya de por sí positivo para todos.

Según señaló previamente MoKaaouache, portavoz del Centro Islámico de la Vall, cuando decidieron solicitar al ayuntamiento que se realizara una charla sobre normas de convivencia y legislación básica, perseguían un doble objetivo, demostrar además a los miembros de su comunidad que la policía, aquí en España, tiene mucho que ver «con la seguridad y la colaboración». Y así lo pudieron comprobar en la primera charla que un agente impartía en su mezquita, que es el lugar de referencia para los más de 1.500 inmigrantes de Marruecos y Argelia que residen en la ciudad.

El principal obstáculo con el que se encuentran a su llegada a España es el del idioma y la cultura, pero en ese ámbito el Centro Islámico desempeña un trabajo continuado, organizando actividades como jornadas de puertas abiertas, que sirven tanto para que los vecinos les conozcan, como para que los miembros de la comunidad islámica sientan que forman parte de una comunidad más amplia, «es muy importante conocerse para integrarse».

A partir de ahí, existen otras cuestiones que pueden dificultar la vida de los inmigrantes por puro desconocimiento, como podría ser algo tan común como el código de circulación. «Algunas personas vienen con su carnet de conducir de Marruecos, pero deben saber cómo son aquí las cosas, las normas que existen y que deben cumplir», explica el portavoz del Centro Islámico.

Ayer se habló de las funciones y el papel de las diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tanto la Policía Local, como Guardia Civil o Policía Nacional. También se recordó que existen unas normas de convivencia que son de cumplimiento para todos los vecinos de la Vall, independientemente de su nacionalidad, como el respeto por los horarios de descanso.

Ayer se dio un paso más en el difícil camino de la integración.