El UBE L'Illa-Grau consiguió su segunda victoria consecutiva de la temporada en la Superliga Masculina tras superar en un partido muy igualado a Fundación Cajasol Juvasa. Los graueros, que empezaron por delante en el marcador, vieron cómo los andaluces remontaban y tuvieron que sentenciar en la muerte súbita.

El conjunto de Carlos Cavalli salió a por todas y pronto adquirió una ventaja no muy abultada pero que sí le permitía llevar las riendas del partido. Óscar Prades, que se enfrentaba a su ex equipo, golpeaba con todo su potencial cada balón que llegaba a su posesión, liderando el juego ofensivo del plantel grauero. Los errores en el bloque y el saque que se cometieron en los primeros compases fueron subsanándose a lo largo del primer set y los locales llegaron a estar siete puntos por delante (25-18).

En el segundo set varió el escenario y el conjunto andaluz empezó dominando. Fundación Cajasol Juvasa, tirando de la veteranía de algunos de sus jugadores, puso en demasiados aprietos a los graueros, quienes espoleados por Colito y Jefferson, intentaban frenar los ataques de los visitantes. Llegaron a empatar el set en un par de ocasiones pero en el tramo final pegó un último arreón para empatar el choque (18-25).

El UBE L'Illa-Grau tenía en sus manos la posibilidad de volver a ponerse por delante pero en el tercer set todo salió al contrario de lo previsto. Los graueros salieron algo desconcentrados y, fruto de esa dejadez, Fundación Cajasol Juvasa aprovechó para convertirse en el claro dominador. A los de Cavalli se les veía algo nerviosos y los errores se sucedían en todas las facetas del juego, facilitando en exceso la labor a su rival, que acabaría imponiendo su ley por 15-25.

Los graueros necesitaban ganar el cuarto set para volver a empatar y llevar el partido a decidirse en la muerte súbita. Con la garra y la mentalidad ganadora del primer set, el UBE L'Illa-Grau fue poco a poco reencontrándose con su juego, plasmándolo en la cancha y también en el marcador. Sin embargo, el cuadro sevillano todavía no había dicho su última palabra y el partido se igualó al máximo. La tensión se palpaba en el ambiente y ninguno de los dos equipos quería dar su brazo a torcer. Por suerte, el que más aguantó fue el cuadro grauero, que cerró el 2-2 con un parcial de 25-18.

El tie break, como no podía ser de otra forma, estuvo marcado por la igualdad. Los dos equipos disfrutaron de sus oportunidades, pelearon cada punto hasta la extenuación, el partido llegó a ponerse con un parcial de 12-12 y hubo hasta decisiones arbitrales muy discutidas, pero L'Illa-Grau mostró un porcentaje más alto de aciertos en sus jugadas y acabó llevándose la victoria (15-12).