Lo amortiguará el cambio horario, pero el madrugón para jugar en Torrevieja esta mañana no se lo quitará nadie. El Castellón comenzará a las doce la enésima nueva era. Una vez destituido Calderé, el equipo de Kiko Ramírez afronta el desafío de la recuperación anímica y futbolística y de la remontada clasificatoria en el quinto año de pesadilla en la Tercera División. Las ocho jornadas sin ganar pesan como una losa sobre el lomo de los albinegros, que han rendido en lo que va de temporada muy lejos de lo esperado y de lo prometido.

Hoy, en Torrevieja, asoma la primera oportunidad de cambiar las cosas. No se esperan revoluciones en la alineación, pese al cambio de técnico, pero sí un once más equilibrado, con doble pivote, línea de cuatro atrás y dupla en la delantera. Con la única baja del extremo Pruden, que vio la quinta amarilla en la debacle ante el Novelda, el debutante Kiko Ramírez ha citado a todo el plantel disponible y concretará la lista de 16 en Torrevieja. De momento ha trascendido una pista: viaja el extremo del filial Juanito, que podría debutar con la elástica albinegra.

Enfrente tendrá el Castellón, salvando las distancias, a un rival en similares circunstancias. Aspiraba a más que a los diez puntos que custodia ahora el Torrevieja, que está también en proceso de remodelación de la plantilla, con altas y bajas y ese tipo de historias. Curiosamente, las dos altas de más relumbrón salieron de mala manera de Castalia, protagonizando en palabras de Calderé graves actos de indisciplina. El defensa central Javi Selvas y el mediapunta Rubén Suárez han encontrado acomodo en el club salinero, pero ninguno de los dos ha debutado todavía. Se espera que Javi Selvas lo haga hoy, y en principio Rubén Suárez, sin activar la ficha federativa a día de ayer, tenga que aguardar para hacerlo.

Como fuere, juegue quien juegue en el Torrevieja, será un duelo complicado para el Castellón, porque es ahora mismo ese tipo de equipo al que todos los partidos se le antojan complicados. Solo ha sido capaz de ganar dos en las diez primeras jornadas de Liga, un balance ridículo para el presupuesto y el potencial que se adivina. La única victoria a domicilio data de la primera jornada, cuando un gol del capitán Guille Vázquez en el tiempo de prolongación permitió abrir la temporada con tres puntos en el campo del Rayo Ibense, un logro que el mero paso del tiempo ha convertido en espejismo.

En situación límite, en un escenario habitual en el octubre albinegro, el catalán Kiko Ramírez ha tomado las riendas del equipo para buscar una remontada similar a la de la pasada temporada. Quien fuera técnico de Nàstic de Tarragona y L'Hospitalet en Segunda División B debuta en la Tercera valenciana. Su intención confesada es introducir cambios de manera progresiva hasta reconocer el equipo albinegro como propio. Para el debut a domicilio dispone de casi todos los mimbres del grupo a su disposición, y tras una escasa semana de trabajo en Castalia, le llega el primero de los exámenes.