El Borriol no pasó del empatesin goles ante el Rayo Ibense, en un partido muy equilibrado en el que los rojillos no fueron capaces de aprovechar sus ocasiones. Ambos conjuntos, recién ascendidos, dejaron buenas sensaciones en El Palmar pese a que al encuentro le faltó ritmo en varias fases.

Los dos equipos llegaron al choque con dinámicas similares. Y es que ambos habían conseguido tres victorias en los últimas cuatro jornadas disputadas, dando muestras de la rápida adaptación a la categoría. Sin embargo, en el duelo de ayer fue el conjunto que entrena Pedro Fernández Cuesta quien intentó proponer el fútbol. Las llegadas al área rival fueron escasas, pero todas ellas claras ocasiones para adelantarse en el marcador.

Apenas habían transcurrido siete minutos de juego cuando Héctor Zaragoza, el mejor del partido, llegó a línea de fondo dentro del área y raseó hacia un compañero, pero el meta Marcos salvó lo que pudo ser el primer gol. A raíz de ahí hasta casi la conclusión de la primera mitad se vio un partido de muchas interrupciones y pocas combinaciones. El Rayo Ibense se mostró muy serio defensivamente, dejando escasas alternativas a los rojillos, pero en ataque fueron anulados por completo.

Por su parte, el Borriol buscó una y otra vez al espigado Héctor Zaragoza que ganó todos los envites en el juego aéreo y sacó partido de cada jugada. Así, al filo del descanso el propio ariete plagió jugada. Nuevamente se marchó por banda izquierda dentro del área, llegó a línea de fondo y asistió atrás para que en esta ocasión rematara Colomer dentro del área pequeña. Sin embargo, el disparo incomprensiblemente se marchó desviado.

Tras la reanudación, volvieron a ser los rojillos quienes avisaron. Nuevamente por banda izquierda con un centro de Colomer que Marcos atrapó cuando Héctor Zaragoza se disponía cabecear a placer. Con el paso de los minutos el partido ganó algo de velocidad y las segundas jugadas tomaron importancia. Y fruto de ello llegó la única ocasión de peligro del conjunto ibense con un disparo de Elías, desde la frontal, que atajó Quique en dos tiempos. Por lo demás, fue un partido plácido para el cancerbero local que vio como la zaga rojilla achicaba una y otra vez cualquier conato de peligro.

Y con el partido en el descuento, nuevamente Héctor Zaragoza acarició el gol. El delantero se marchó por velocidad de su par en un contragolpe desde el centro del campo, llegó al área escorado y su remate casi a bocajarro lo salvó Marcos enviando a córner en lo que pudo ser el triunfo borriolense en el último suspiro.