El «real», la moneda social electrónica de Vila-real, crece poco a poco y atrae la atención de premios centrados en innovación. Este proyecto, impulsado por la fundación Globales, ya llega a unos 30 comercios y está en plena fase de consolidación y tratando de implicar en su expansión a las asociaciones, como reconocimiento a los servicios, y al ayuntamiento. Los establecimientos vila-realenses que ya se han adherido a la plataforma del «real» son muy variados: talleres de bicicletas, academias, tiendas de muebles, floristerías, cafés o empresas de dietética y nutrición. Todos ellos pueden utilizar esta herramienta como un sistema de descuentos y promoción.
La directora de Globalis, Edurne Zubiría, destaca, precisamente, este como uno de los mayores logros de la moneda social hasta el momento: «hemos conseguido expandirla y que empiece a ser representativa del comercio local».
Precisamente, la potenciación del comercio de proximidad es uno de los objetivos del Real, junto con otro que explica Zubiría: «queremos que la moneda social sea la moneda de las asociaciones y los movimientos sociales de Vila-real». Esto es posible porque en este tipo de entidades es muy habitual el trabajo voluntario, la misma ley prohíbe a sus integrantes cobrar en euros por las tareas que realizan. Pero sí sería posible pagar en reales, de forma que es una de las maneras de cargar la tarjeta.
Es una práctica que ya se ha realizado, y que desde Globalis quieren ampliar y, por ello, están manteniendo contactos con cada una de las asociaciones que trabajan en el municipio „Lluïsos, Cruz Roja, Juventud Antoniana, etc„ para que cada actividad que realicen sea una fuente de reales para los voluntarios.
De hecho, para comenzar hay que registrarse en la página web y descargarse la aplicación, que ya va cargada con 300 reales para que los usuarios aprovechen los descuentos que los comercios adheridos al proyecto realizan. Al pedir la cuenta en un restaurante, simplemente hay que avisar de que la parte correspondiente se pagará en moneda social, realizando la transferencia a través del teléfono móvil.
Junto con el dinamismo comercial, Globalis también quiere impulsar un «cambio de chip» entre la ciudadanía, pues un proyecto de moneda social siempre implica modificaciones en la percepción del entorno. Si se consolida, «el "real" puede jugar un papel muy importante en la conformación de un sentimiento de comunidad y de pertenencia», resume la directora de la fundación. Es por ello que cada mes Globalis realiza charlas y talleres para concienciar a la ciudadanía de la importancia de la economía social y colaborativa.
Atributos innovadores
Estos atributos innovadores, que acercan el proyecto a la economía social y colaborativa, han sido destacados en varios certámenes a nivel nacional. Así, en el Congreso de Innovación y Servicios Públicos, el Real ganó el premio a la idea más colaborativa. Asimismo, la moneda social de Vila-real también estuvo presente en la segunda edición del Foro de Innovación Social, un espacio donde se analizaron propuestas de carácter novedoso en el campo de lo social.
Es en este sentido de dar a conocer la propuesta que el alcalde de la ciudad, José Benlloch, se ha referido en los últimos días a la posibilidad de incluir el Real entre los proyectos que la ciudad propondrá para recibir fondos FEDER de la Unión Europea y aspirar así a financiación comunitaria en el ámbito de la innovación.
