Kiko Ramírez se estrenó con victoria al mando del Club Deportivo Castellón. El técnico albinegro afronta el desafío de devolver al conjunto castellonense a los puestos de promoción, con el ascenso como meta final de la temporada. En la carrera de Kiko en los banquillos brilla un esperanzador precedente. Dos temporadas atrás, en el CE L'Hospitalet y en Segunda B, firmó una gesta todavía mayor. Una de las piezas básicas de aquel equipo, el lateral Valentín Merchán, la desgrana para Levante de Castelló.

«En la octava jornada destituyeron a Martín Posse. El único partido que habíamos ganado fue gracias a un periodista», recuerda Valentín desde Sabadell, su actual club. El único partido victorioso al que se refiere fue el primero de aquella temporada. Y el periodista es Cristian García, del blog Som del Hospi, referencia informativa en la categoría de bronce. García descubrió alineación indebida y advirtió al club catalán, que recurrió y ganó el partido en los despachos. El resto fue un desastre.

Primero, el bloque

Como en Castelló, lo primero que detectó Kiko al llegar al Hospi fue endeblez defensiva. «Nos hacían contras muy fáciles, lo vio enseguida muy claro», afirma Valentín, «Kiko empezó formando un bloque defensivo en el que participaba todo el equipo. Juntábamos líneas, hacía mucho hincapié en recolocar el dibujo tras pérdida. Cuando tienes eso, los resultados vienen solos con calidad arriba, y eso lo que con él conseguimos. A base de no encajar goles fuimos cogiendo confianza y a partir de ahí fue un año genial». Kiko tomó las riendas de un L'Hospitalet en descenso. De los siguientes treinta partidos solo perdió tres.

El tercer central

En ese dispositivo defensivo, Valentín señala «clave» la posición del pivote en la medular, «un tercer central». «Nos permitía estar siempre bien colocados, restaba trabajo a los centrales y equilibraba a todo el equipo». Una función de especialista. En el Castellón ya se ha visto: eso hizo Marc Castells en el partido del domingo en Torrevieja. Los albinegros mantuvieron la portería a cero, la prioridad de Kiko Ramírez quien, después, se encargó de recordar que un equipo que había encajado 15 goles en 10 partidos no podía aspirar a la promoción.

La preparación

Aquel Hospi 2013-14 de Kiko Ramírez se quedó a un suspiro del ascenso a Segunda División. Valentín Merchán recuerda especialmente los partidos de promoción. Eliminaron a Cádiz y La Hoya Lorca pero cayeron ante el Leganés en el último cruce. «Es un entrenador que prepara mucho los partidos. No se me olvida sobre todo la semana previa a viajar a Cádiz. Comentó cada detalle no solo del juego y de lo táctico sino de los aspectos psicológicos de una eliminatoria con un importante factor ambiental. Lo había preparado perfecto, fuimos allí y todo lo que nos había advertido pasó. Eso te da seguridad. Competimos muy bien».

El rosario de halagos de Valentín toca también el suelo con los pies, al final. «Luego, claro, es fútbol: depende de que la pelota entre», sentencia.