El equipo de gobierno de la Vall d'Uixó propondrá esta tarde en el pleno municipal una modificación del IBI de urbana que permitirá que se reduzcan un total de 20.326 recibos dado que, a pesar de que se sitúa el coeficiente municipal en el 0.86, «la reducción del 30 % de la base imponible del valor catastral que planteamos hace un par de meses hará posible que la gran mayoría de los contribuyentes vean que su recibo se reduce», según explicó el edil de Hacienda, Javier Ferreres. A su vez reconoció que un total de 2.237 recibos sí que se verán incrementados, dependiendo de la subida del valor catastral de las viviendas.
El edil de Hacienda recordó que existen dos variables que afectan a la cantidad total que los vecinos pagan por el IBI: el coeficiente municipal y la base imponible, que se calcula a partir del valor catastral. Durante el gobierno del Partido Popular, según denunció Ferreres, se mantenían niveles de coeficiente municipal más bajos que el actual (en 2015 el 0.70 y su propuesta para 2016 era situarlo en el 0.60), pero «se aumentaba la base imponible del valor catastral un 10 % cada año». Las únicas reducciones en este sentido que se produjeron fueron, desde su punto de vista «con un objetivo electoralista», en los años 2014 y 2015.
Limitados para una bajada mayor
Desde el equipo de gobierno se han estudiado las posibilidades económicas municipales durante los últimos meses y «aunque habríamos querido que la reducción hubiera sido mayor y hubiera llegado a todos los recibos, lo cierto es que existen algunas limitaciones, como la necesidad de garantizar la sostenibilidad financiera del ayuntamiento»
Además, Javier Ferreres llamó la atención sobre el hecho de que la reducción de la base imponible del valor catastral de las viviendas, también supondrá otros beneficios fiscales, dado que propiciará bajadas en impuestos como la plusvalía, el IRPF o transmisiones patrimoniales, ya que se calculan a partir de esa base imponible.
Esta reducción impositiva supondrá una merma en los ingresos municipales que rondaría los 130.000 euros, aunque Ferreres aseguró que «se verá compensada por las nuevas altas». Por otro parte anunció que mientras que hasta ahora existían dos modalidades de pago: en un solo plazo con una reducción del 4 % o en 5 meses, a partir de 2016 se podrá pagar hasta en 7 meses.
Según los números facilitados por el concejal de Hacienda, por el cálculo combinado de la reducción de la base imponible y la subida del coeficiente, el resultado es que 20.326 recibos se verán reducidos, aunque no en igual medida, ya que la cantidad total depende del valor catastral de cada vivienda, de manera que al menos 10.826 recibos bajarán entre 0,01 a 10 ? en 2016; 8.617 pagarán entre 10 y 50 ? menos, y 21 propietarios verán cómo la cantidad a pagar disminuye entre 100 y 500 euros en relación a 2015, por poner tres ejemplos distintos.
Por lo que respecta a la subida, la mayoría de los propietarios afectados pagarán un máximo de entre 0 y 9,99 ? más (un total de 1.424 recibos); 68 viviendas tendrán que abonar entre 99 y 499,99 ? adicionales; mientras que la mayor subida, entre 499,99 y 999,99 ?, afectaría solo a dos recibos.
La lectura que se hace de esta propuesta desde el Partido Popular es bien distinta. El portavoz del grupo municipal, Óscar Clavell, denunció ayer que el equipo de gobierno «aprobará mañana incrementar el tipo impositivo del IBI de urbana del 0.70 al 0.86», recordando que la alcaldesa Tania Baños, durante la campaña electoral, prometió que si llegaba al gobierno «solicitaría la revisión catastral y reduciría el tipo impositivo al 0,60».
