Marco Esteve asumió hace cuatro meses las riendas de la presidencia del Real Casino Antiguo de Castelló con el reto de estabilizar las cuentas y resolver varios impagos con proveedores. En la asamblea general de la bicentenaria entidad, celebrada ayer por la tarde, subrayó que se han empezado a subsanar varios frentes económicos que la organización acumuló en los años de crisis económica por la caída de socios.

Así, según explicó, se han alcanzado acuerdos con varios de los acreedores con los que el Casino Antiguo arrastraba retrasos en los pagos. El presidente indicó que se ha puesto en contacto con el arquitecto, aparejador y constructor de la última rehabilitación del edificio (de 2003), por el que estos últimos aceptan una devolución de su deuda de forma fraccionada de hasta dos años. De esta manera, destacó que se han paralizado los embargos judiciales que pesaban sobre el Casino. También se ha llegado a un pacto, añadió, con la empresa constructora del ascensor y con la federación de casinos. En estos casos se retornarán los impagos en diversos plazos. Algunos de los impagos, sostuvo, procedían de hace tres años.

Permiso de apertura

Además de la parte económica, Esteve pretende solventar los problemas relativos a la falta de una licencia de actividad. Señaló «que hemos tenido varias reuniones con representantes del ayuntamiento para obtener una licencia de actividad que nos permita levantar la orden de clausura que pesa sobre el edificio entero».

Remarcó que el Casino Antigo goza de buena salud tras sus primeros cuatro meses de presidente. «Hemos hecho esfuerzos para ajustar los ingresos a los gastos, que son muchos y se ven incrementados por los diferentes préstamos y deudas que hacemos frente cada mes, pero puedo asegurar que el Casino tiene futuro», remató en su discurso.