El Ayuntamiento de Vila-real trabaja en una solución que permita alargar la vida útil del cementerio municipal entre 25 y 30 años. Es en este sentido que ya ha habido contactos con la empresa pública Tragsa para financiar una rehabilitación integral cuyo coste rondaría los 500.000 euros.

Así lo anunció el alcalde de la ciudad, José Benlloch, en la presentación del dispositivo especial para el fin de semana de Todos los Santos. El primer edil informó de que hace tan solo unos días mantuvo una reunión con representantes de la empresa pública, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y que estos se mostraron predispuestos a acometer las obras.

La reforma del camposanto vila-realense pasaría no solo por adecuar y rehabilitar de forma integral los nichos actuales, sino también por construir nuevos, de tal forma que el consistorio pueda trabajar con la tranquilidad de tener asegurado el espacio para entierros durante años. El acuerdo con Tragsa resultaría «muy interesante» para el ayuntamiento, puesto que permitiría acometer una reforma con un coste muy elevado «sin tener que pedir un préstamo a un banco, y por lo tanto sin endeudarnos». La fórmula de financiación sería el adelanto por parte de la empresa y el pago por parte del consistorio «a tres o cuatro años vista, lo cual haría la inversión mucho más asumible», en palabras de Benlloch.

Asimismo, el primer edil apuntó que esta empresa pública «permite trabajar subcontratando empresas locales, siguiendo con nuestra línea de trabajo tanto en esta legislatura como en la próxima». Respecto a la orientación que se le daría a la reforma, indicó que una de las propuestas que está sobre la mesa es construir filas de nichos en forma de grada, que permiten llegar con mucha más soltura a los pisos más elevados.

Eso sí, la decisión final dependerá del estudio de las necesidades que Tragsa se ha comprometido a realizar de forma gratuita para el consistorio, y que tendrá en cuenta también la limitación de espacio, pues el alcalde se mostró contrario a la posibilidad de ampliar el cementerio realizando expropiaciones de terrenos colindantes. Mientras tanto, en lo que queda de año se acometerán pequeñas reformas, que consistirán sobre todo en la «dignificación» del perímetro del edificio, muy bacheado y por lo tanto peligroso para personas con la movilidad reducida. Otro de los aspectos en los que también se trabajará son los techos del cementerio viejo, deteriorados por la humedad que se acumula.