El Ayuntamiento de Vila-real, como otros muchos consistorios valencianos, gestiona este año un final de presupuesto envenenado, lleno de gastos imprevistos y para los que no habían consignado partidas. En el caso del equipo de gobierno vila-realense, en breve resolverán una de las cuestiones más espinosas: el pago de la parte proporcional de la paga extra a los funcionarios que supondrá un coste al consistorio de unos 180.000 euros y de la partida correspondiente a la gratuidad de los libros de texto.

El concejal de Hacienda, Francisco Valverde, afirmó en declaraciones a Levante de Castelló que «no ha sido posible incluir la parte de la paga extraordinaria de nuestros funcionarios en la nómina de octubre, pero es una cuestión que resolveremos a lo largo del mes de noviembre».

Valverde apuntó que «posiblemente no esperemos a final de mes para hacer el ingreso», que podría realizarse cualquier día de noviembre cuando el expediente esté finalizado a través de un ingreso complementario. Los funcionarios locales recibirán el 24,04 % de la paga extraordinaria que el Gobierno central les retiró en 2012, lo que sumado a lo percibido en 2014 supone que pronto habrán recuperado alrededor del 50 % de la misma. El Gobierno permitirá a los consistorios saldar el total de la deuda en 2016.

Cuando el Gobierno central anunció que dejaba en manos de los ayuntamientos la devolución de la paga extraordinaria que el ejecutivo anuló, Benlloch tildó la medida de «electoralista» y anunció que intentarían ser los primeros en «devolver un derecho a los trabajadores».

184.000 ? para Xarxa Llibres

Respecto a la segunda cuestión, el ayuntamiento ha convocado un pleno para la próxima semana en el que se aprobará una partida de poco más de 184.000 euros que corresponden al programa Xarxa Llibres. En la modificación de crédito que se someterá a votación en esta sesión también se incluyen los 50.000 euros que el ayuntamiento pagará en concepto de adelanto para la compra del edificio histórico del Gran Casino y 6.000 euros más para el programa de vales de productos frescos Alimentación Necesaria de cara a la Navidad.

A estos dos gastos imprevistos hace unos pocos meses se suman el pago de 150.000 euros en materia de sentencias urbanísticas del Madrigal y Botànic Calduch que Benlloch atribuyó a «la nefasta gestión del suelo que llevó a cabo el Partido Popular en Vila-real». En total, pues, son casi 600.000 euros los que las cuentas municipales tendrán que asumir en estos últimos meses del año, 240.000 de los cuales se aprobarán en los próximos días.

Por si no fueran pocas las dificultades, hay que añadir también la caída de ingresos por la rebaja del 15 % en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que el consistorio sitúa alrededor de los 1,8 millones de euros. A pesar de todo, Benlloch quiso tranquilizar a los vila-realenses al afirmar que durante los últimos cuatro años el equipo de gobierno que dirigió llevó a cabo una política presupuestaria «responsable».