Es complicado explicar el encuentro que ayer protagonizó el Amics, en el que sufrió su segunda derrota en cinco partidos, también la segunda en casa. Los de Toni Ten mostraron su peor versión, en lo que se lleva disputado de LEB Oro, pero se quedaron a un paso de dar la campanada y superar al Quesos Cerrato Palencia, un cojunto que demostró que peleará por ascender a la ACB hasta el final. Toca explicar todo esto y es que los castellonenses, que en los primeros minutos del último cuarto llegaron a perder de 18 y se mostraron desquiciados en defensa, apelaron a su amor propio y a su capacidad anotadora para llegar a ponerse a cinco puntos a menos de tres minutos del final del encuentro (91-96) y buscar la heroica. Pero al final los palentinos, que fueron superiores en todos los apartados del juego, se llevaron el triunfo superando los 100 puntos de anotación, lo que habla de su capacidad ofensiva y de la endeblez defensiva del Amics.

Lo cierto es que los de Toni Ten, durante algunos tramos del encuentro, se vieron superarados por la exigencia de la categoría. Dominó el conjunto de Porfirio Fisach bajo tabla con Barnes y Fakuade que superaron a un Nwogbo que se cargó pronto de faltas. Además, en el tiro exterior, el Amics se encontró demasiadas veces con el hierro, mientras Blanch y Dani Rodríguez masacabran la canasta local.

El Amics sólo aguantó el ritmo de los castellano-leoneses en el primer cuarto. 18-22 terminó un primer tiempo en el que Manu Rodríguez y Blair compensaron la maquinaria ofensiva del Quesos Cerrato. Pero las sensaciones no eran buenas y daba la impresión de que, en cuanto quisieran los visitantes, el partido se rompería.

Sucedió en el segundo parcial del duelo donde los palentinos anotaron 30 puntos. Fakuade y Barnes aprovecharon los regalos defensivos de la defensa castellonense y, desde fuera, Dani Rodríguez y McCarron golpeaban sin parar al Amics. Un 2-9 en un 1:47 abrió una diferencia que de repente era de once puntos (22-33) y que aumentó dos puntos más antes del final del cuarto (39-52).

La tónica fue similar en el tercer acto. El Amics se mentalizaba en reducir diferencias, con la resurrección de Nwogbo y los puntos de Cabot y Manu Rodríguez, pero los palentinos apretaban un poco y se iban en el marcador. Dominaron las defensas y tras un parcial de 17-18, la diferencia quedaba en 15 puntos (56-70).

El Amics amagó con derrumbarse tras entrar en una espiral de faltas. El tiempo se acababa y el Palencia se iba a 18 puntos (64-82), pero el Amics quiso morir matando. Blair, Cabot, Eric Sánchez y Nwogbo comenzaron a producir y, aunque el equipo recibió 31 puntos en el acto final, anotó 39 para poner el susto en el cuerpo a los visitantes que, por un momento, estuvieron contra la pared.