El Villarreal y el Sevilla disputan esta tarde un encuentro en el que, a priori, la igualdad va a ser la nota predominante. O por lo menos así lo cree el entrenador del submarino, Marcelino García Toral, quien desvelaba ayer que su rival de esta jornada «es un equipo muy poderoso en estrategia» y que eso podría ser una clave para decidir el encuentro a favor de unos o de otros. «Vamos a intentar ganarles. Sabemos que lo hicimos bien en los dos partidos de la temporada pasada y que tenemos que mejorar defensivamente, porque, si encajamos dos y tres goles, será difícil conseguirlo», explicó.

El técnico asturiano calificó al club sevillano de «grandísimo equipo» y añadió que tiene «una gran plantilla con futbolistas que media Europa se disputaba y más nivel que el año pasado».

Pese a ello y pese a las bajas que siguen condicionando a su equipo, Marcelino mostró su lado más positivo y dejó entrever que confía plenamente en sus posibilidades de victoria. «Vamos a intentar ganar y poner todo de nuestra parte. Si estamos acertados tenemos muchas opciones. Ganar supondría dar un buen paso bueno», aseguró.

Importante será que el Villarreal mejore en la faceta ofensiva y en la creación de ocasiones, dos aspectos en los que ha mostrado cierta debilidad desde que comenzara la temporada. «El partido en ataque, cuando hay opciones, se decide por una jugada puntual, porque el ritmo de ocasiones y juego es insulso. Si tienes futbolistas que desbordan, tienes ocasiones», apuntó el técnico, quien podrá contar en ataque tanto con Bakambu como con Roberto Soldado.

El Sevilla también llega a El Madrigal con alguna baja, como la de Banega, pero a Marcelino no solo le preocupa un jugador en concreto sino todo el equipo en sí. Si quiere jugar por bajo, tiene recursos y un buen dominio de lo que es el juego. También tiene un buen repertorio si quiere jugar directo con Vicente Iborra, Kevin Gameiro, Steven N'Zonzi o Fernando Llorente. Si quieren jugar con combinaciones también puede, porque tiene muy buenos futbolistas», argumentó al ser preguntado por las opciones del rival.