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Apaval inicia su travesía del desierto «paranyera»

La entidad intenta conseguir convenios con varios municipios de fuerte tradición El objetivo es conseguir dinero para actividades de sensibilización y para estudios científicos

Apaval inicia su travesía del desierto «paranyera»

Los días de luna llena del mes de octubre eran unas fechas señaladas anualmente y de forma especial por los aficionados al «parany». Este año, con esta modalidad prohibida y los árboles sin parar, alrededor de 50 socios de Apaval se acercaron al pleno de Vila-real el pasado lunes, donde se iniciaron los trámites para la firma de un convenio que marca la estrategia a seguir por la entidad en los municipios del resto de la provincia.

Se trata de a una estrategia de resistencia en tiempos difíciles. Durante la discusión de la moción en la sesión plenaria por la cual se firmará el convenio de colaboración económica, tres de los cuatro portavoces de los vila-realenses utilizaron palabras como «decepción, tristeza, pesimismo o cansancio» para referirse al estado de ánimo de los «paranyers». Máxime cuando la llegada de una posible solución legal que regule este método de caza no parece muy cercana.

Ante esta eventualidad, la asociación Apaval, que preside Miguel Ángel Bayarri, ha diseñado una hoja de ruta defensiva que pasa por aumentar su presencia en los municipios con más tradición «paranyera» tanto de la provincia de Castelló como del resto de territorios valencianos.

Bayarri explicó al respecto que, gracias a la moción que se aprobó en Vila-real y que se traducirá en un convenio cuya cuantía todavía está por negociar, también en el municipio de l'Alcora se forzó al pleno municipal a posicionarse a favor del «parany» y motivar al equipo de gobierno a que acepte la firma de un convenio anual con la entidad en pro de este método de caza.

Tras estos dos primeros éxitos, se han iniciado -o se iniciarán en los próximos días- contactos con otros municipios, entre los que Bayarri enumera a Castelló, Betxí, Onda, Càlig, Sant Mateu o Sant Jordi en la provincia de Castelló. Y de la provincia de Valencia, el presidente de Apaval nombró los municipios de Llíria, la Pobla de Vallbona y Benaguasil.

En todas estas localidades, Apaval pretende conseguir apoyo institucional y económico, pero esta ofensiva también tiene como contexto el periodo preelectoral actual, una época en la que se puede arrancar con más facilidad compromisos a los distintos partidos políticos de cara a las elecciones general del próximo 20 de diciembre.

Bayarri explicó que las cuantías que se negociarán serán siempre pequeñas, de acuerdo con una estrategia que intenta ante todo asegurar la supervivencia del «parany». Los tiempos obligan a ello, y para Apaval la clave de esta travesía del desierto es «demostrar a los políticos que el colectivo «paranyer» no abandona la lucha, que estamos y estaremos ahí para defender lo que consideramos un método de caza tradicional y selectivo».

Destino del dinero

El dinero que el colectivo pueda conseguir de cada ayuntamiento tendrá dos objetivos básicos. Por una parte, que en los mismos municipios haya anualmente actividades dedicadas a sensibilizar a la población de que el «parany» es una tradición viva y que no hay que perderla. Talleres de «reclam» o exposiciones fotográficas son dos de los recursos más utilizados, pero Bayarri no cierra puertas a «todo aquello que muestre a la ciudadanía la historia del 'parany', como por ejemplo la forma en que nuestros antepasados cuidaban los árboles y disfrutaban de una época muy especial entre octubre y noviembre».

El otro gran caballo de batalla para el que Apaval necesita armarse económicamente es la elaboración de estudios que «demuestren que el 'parany' es un método de caza selectivo y que puede volver a ser legal si hay voluntad política». En este sentido, Apaval tiene abierta la vía judicial, ya que hace unos meses la entidad presentó un recurso contencioso-administrativo contra la resolución de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, que denegó los permisos para utilizar «paranys» científicos.

Práctica unanimidad

Si algo parecen tener los «paranyers» en esta época dura es el apoyo de los diferentes ayuntamientos. Tanto en Vila-real como en l'Alcora, los dos primeros municipios en los que se firmará el convenio, los grandes partidos políticos estuvieron a favor de las mociones, presentadas en ambos casos por el Partido Popular.

En Vila-real, los representantes de Apaval recibieron un gran apoyo, no solo de los partidos conservadores, sino también del equipo de gobierno, formado por el PSPV-PSOE y Compromís. Además, los portavoces de ambos grupos, José Benlloch y Pasqual Batalla, tuvieron buenas palabras para el colectivo, que acudió al pleno a escuchar los argumentos de la clase política local. La única nota discordante la puso el grupo Ciudadanos, que prefirió abstenerse en la moción.

En el caso de l'Alcora, también los tres grupos con representación municipal votaron a favor del convenio con Apaval, y además pidieron a la Consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, que se reúna con una delegación de «paranyers» tan pronto como sea posible.

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