El Athletic Club ganó 1-3 al Real Betis y sigue así su escalada en la tabla tras lograr su primer triunfo fuera en la Liga ante un conjunto, el verdiblanco, que encadena su tercera derrota en casa tras un choque en el que anduvo perdido, sin apenas recursos, y en el que fue claramente inferior a los vascos. Los vizcaínos, que hicieron un gran partido, pudieron marcar más goles y cimentaron su contundente victoria en una magnífica primera mitad en la que Iñaki Williams logró un doblete, y aunque en la segunda parte el Betis acortó distancias de penalti por medio de Rubén Castro, Raúl García redondeó el marcador con el 1-3 al final.

Desde el inicio, el Athletic dejó claras sus intenciones, dominó por completo el partido y llevó mucho peligro a la portería de Antonio Adán, como en una falta lanzada por Beñat que San José, completamente solo, mandó alta a los 6 minutos. Los vascos tenían todo el control ante un Betis decepcionante, dormido y desbordado por el buen fútbol, la mayor claridad de ideas y la rapidez en las salidas de los vizcaínos, que, tras avisar De Marcos de nuevo, materializó lo que se ya veía venir al marcar el 0-1 el joven Williams de un fuerte derechazo, a los 8 minutos.

Los bilbaínos siguieron dominando y a lo suyo. Tras un puñado de ocasiones no aprovechadas por Williams ni por Aduriz, este por tres veces, de cabeza, en un tiro cruzado y en una acción donde creyó que estaba en fuera de juego, hasta que Williams, muy activo, no perdonó en el último minuto de este periodo e hizo el 0-2, de tacón en el área chica, a pase de Raúl García.

Tras el descanso, al que los de Valverde pudieron irse con una renta mucho mayor, Mel sacó al francés Didier Digard por Portillo. El Athletic, ahora menos cómodo, siguió con su mayor verticalidad, pero tanto perdonaron los vizcaínos que el Betis, que mejoró bastante en este periodo, se metió en el partido al hacer el 1-2 Rubén Castro de penalti, por manos de un defensor vasco, a 23 minutos del final. Pero los bilbaínos jugaron con el marcador y el tiempo, sufrieron en algún ataque aislado de un Betis lanzado y que dejó huecos atrás, lo que aprovechó Raúl García, tras una dejada de cabeza de Aduriz, para sentenciar y hacer, de un gran disparo, el 1-3.