La lluvia en un día gris y desapacible fue también la protagonista del Día de Difuntos en toda la provincia. El mal día no impidió que se cumpliera con la tradición pero sí obligó a modificar la agenda de actos. Así por ejemplo en Segorbe, el obispado de la diócesis Segorbe-Castellón decidió trasladar la celebración a la Catedral. Alrededor de un centenar de personas acudieron para presenciar la misa presidida por el obispo, Casimiro López. En Almassora, la misa tuvo que ser trasladada al interior de la capilla del cementerio, con lo que muchos tuvieron que improvisar asiento y resguardo para seguirla. La corporación municipal estuvo presente en el oficio. En Borriana, la visita escalonada y el dispositivo de tráfico y aparcamiento logró evitar los problemas registrados otros años. En Orpesa, fue el párroco mosén José Aguilella quien ofició ayer por la tarde la misa en el cementerio. En la Vall se contó con la colaboración de Protección Civil para coordinar el dispositivo de tráfico. En Vinaròs, los vecinos pudieron aparcar en la parcela sobre la que hoy comenzarán a construirse los nuevos nichos.