Victoria sin paliativos del Onda que se encontró a un Vinaròs en cuadro, repleto de jugadores del filial y juvenil. El club local hace aguas por todos lados y si no hay una rápida reacción, la temporada próxima el conjunto langostinero jugará en Primera Regional.

A los jugadores locales no se les puede reprochar nada, hacen lo que pueden y más ayer con un conjunto totalmente desconocido. Se antoja necesaria una victoria cuanto antes para que los chavales no pierdan la moral, por que lo que es la afición langostinera está prácticamente perdida y resignada a un descenso si no hay un milagro.

Es necesaria la llegada de jugadores, más aún después que el equipo se haya quedado sin portero al marcharse Nacho al Amposta. Las esperanzas de salvación pasan por la entrada de futbolistas con experiencia en la categoría, de lo contrario será un calvario hasta final de temporada.

Y el partido de ayer fue una muestra, seis goles que pudieron ser más. El Onda, que hizo lo que debía, no tuvo ningún problema para sumar los tres puntos en un partido que encarrilaron muy pronto tras un fallo de marcaje a Omar, que remató de cabeza al segundo palo en un saque de esquina. La reacción de los locales, que en otras ocasiones la hubo, fue nula. En los minutos 36 y 42, Marcos y David, respectivamente, dejaban el partido sentenciado.

La segunda mitad fue de puro trámite, con el viento a favor los visitantes dominaron de principio a fin y Andoni con dos dianas y un gol en propia portería del local Andreu, tras irle encima un rechace del poste tras un disparo de David, dejaban cerrado un partido donde se vio bien poco.