La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués mostró ayer su «profunda decepción» al ver como en el presupuesto de la Generalitat de 2016, «Benicàssim ha sido la gran olvidada». «A pesar de todas las buenas palabras y anuncios, hechos por más de un dirigente del Consell, al final, los hechos es que nuestra localidad ni recibirá ni un céntimo para afrontar los proyectos que históricamente el Gobierno valenciano debe a la ciudad», aseguró.

Marqués recordó ayer, a través de un comunicado, que la deuda histórica en Benicàssim con la Generalitat se viene exigiendo año tras año, y en estos momentos ya se cifra en 1.723 millones de euros, que el municipio necesitaría para hacer frente a los compromisos que el gobierno autonómico tiene con los benicenses.

La alcaldesa recordó que hace apenas un mes se remitió a la Generalitat una iniciativa plenaria que recordaba a la Generalitat cuales eran los proyectos más importantes para Benicàssim: la canalización del Barranco de la Parreta, incluido en el Patricova; la conclusión del Centro de Mayores CEAM, actualmente con las obras paralizadas; la ampliación del Camino la Ratlla, proyecto que ya tiene la voluntad de las alcaldías de los dos municipios implicados, Castellón y Benicàssim para ejecutarse; el pago de la deuda y el nuevo proyecto de rehabilitación de Villa Elisa.

«Es un feo muy grande abandonar de esta manera a nuestro municipio. No lo están haciendo con nadie. Y mucho menos con el desdén de ir prometiendo proyectos y que luego no se vean reflejados en el documento presupuestario», dijo la primer edil.

Susana Marqués informó de su inminente petición de una entrevista personal con el President de la Generalitat. «Quiero que venga a Benicàssim y compruebe cómo aquí, todos los ciudadanos, desde el hostelero, al comerciante y al trabajador, se dejan la piel para sacar adelante un municipio que pretende ser un emblema turístico de esta Comunitat. Sólo por eso, ya merecemos un poco de respeto y que se nos tenga en cuenta, al menos en las infraestructuras de bienestar social y productivas».

«Sólo queremos que no se nos abandone. Si se nos ponen las herramientas, nosotros sabremos sacarles partido; pero dejarnos a cero es casi un insulto a los ciudadanos de Benicàssim, sobre todo después de haber estado prometiendo a través de los medios de comunicación que se nos iba a tener en cuenta para muchos proyectos», concluyó Marqués.