El presupuesto total para llevar a cabo el derribo es de 290.000 euros, pese a que lo más costoso del proyecto de demolición han sido las trabas jurídicas con las que se ha encontrado el consistorio. Una vez finalicen las obras -que prevén salvar tanto la chimenea industrial como el pozo anexo al edificio por su carácter de patrimonio industrial- el solar se destinará a aparcamiento para camiones, tal como estaba previsto por el anterior equipo de gobierno. «Pese a haber varias propuestas de reutilización del espacio, estamos algo atados de pies y manos ya que la firma de la adjudicación se hizo el 12 de junio, último día de gobierno del anterior alcalde, con lo que no hay demasiado margen para actuar». m. g. borriana