Ni confirma ni desmiente. El secretario general del PP castellonense, Miguel Barrachina, se puso ayer a disposición del partido para que le asigne el puesto que estime oportuno. Salió así al paso de las informaciones que lo sitúan como posible candidato al Congreso en las generales de diciembre, una opción avalada por la dirección nacional del PP pero que dejaría a la diputación sin una pieza clave.

«Como disciplinado que soy, jugaré delante, detrás o estaré en el banquillo», aseveró Barrachina, quien subrayó, eso sí, que su sitio «está aquí». El también vicepresidente de la diputación emplazó a la próxima semana, cuando está previsto que se despeje la incógnita de las listas electorales.

Lo que es innegable es que el nombre del segorbino está encima de la mesa. Su incorporación a la candidatura al Congreso sería a propuesta de Génova, donde hay interés en recuperar a Barrachina para la política nacional. El suyo sería un viaje vuelta, ya que buena parte de su dilatada carrera política la desarrolló en Madrid: primero como director general del Ministerio de Trabajo y luego como diputado durante dos legislaturas. Además, Barrachina trabajó durante años en la sede nacional del PP, a las órdenes de la hoy ministra de Fomento, Ana Pastor. De ahí que esté bien relacionado con las altas esferas del partido. De hecho, ha tenido ofrecimientos en esta legislatura para ocupar cargos de responsabilidad en Madrid que ha rechazado por su compromiso con el presidente provincial, Javier Moliner.

El salto a la política nacional de Miguel Barrachina generaría un problema al PP castellonense, al tratarse de la mano derecha de Moliner, en la diputación y en el partido. Barrachina lleva el área económica de la institución provincial y la portavocía. Su salida del palacio provincial dejaría un importante hueco, aunque también es cierto que Moliner cuenta con un amplio equipo de diputados liberados que podrían asumir más responsabilidades en el gobierno de la diputación. Uno de ellos es Vicent Sales, cuyo nombre también ha salido en las quinielas del Congreso, aunque parece descartado.

La marcha a Madrid de Barrachina también dejaría huérfano al PP provincial, en el que ejerce de número dos. A él se le ha encomendado la dirección de la campaña electoral de las generales, por lo que resulta extraño que ahora que se proponga como candidato a quien ha de coordinar la campaña.

Menos apetecible

Por otra parte, ser cabeza de lista al Congreso por Castelló no es tan apetecible como en anteriores ocasiones, ya que todo indica que en las próximas generales el PP sacará los peores resultados de las últimas citas electorales.

El PP denuncia la «puerta giratoria» de Ximo Puig

«Es como una puerta giratoria pero a la inversa». Así definió el diputado autonómico del PP Rubén Ibáñez una partida de 140.000 euros que figura en el presupuesto de la Generalitat para aportar fondos a la empresa pública Carns de Morella SL. Una mercantil promovida por el hoy president de la Generalitat, Ximo Puig, en su etapa de alcalde de Morella y que ha supuesto «un proyecto ruinoso, ya que la empresa está en quiebra».

«Ahora, desde la Presidencia de la Generalitat sale al rescate y los valencianos tendremos que pagar sus aventuras ruinosas», añadió Ibáñez, quien incidió en que Puig se mantuvo como presidente de la sociedad hasta junio de este mismo año. «Es un hecho gravísimo. Por menos, Mònica Oltra mandaba al juzgado al anterior gobierno», aseveró el diputado popular.

Por otra parte, Rubén Ibáñez reseñó otra partida de 1,3 millones de euros destinada al gasto corriente de la residencia de la tercera edad de Morella, cuando al resto de centros de la Comunitat Valenciana «se aportan 600.000».

El discurso contrario en Alicante

Ibáñez compareció ayer con el secretario general del PP, Miguel Barrachina, para criticar los presupuestos de la Generalitat, al considerarlos un «castigo» para Castelló. «Son una estafa para la provincia.

Escenifican que Ximo Puig da la espalda a los intereses castellonenses. Castelló es la gran olvidada de Ximo Puig», fueron algunas de las frases que emplearon. A casi 300 kilómetros de distancia, en Alicante, compareció el presidente del PP en esa provincia, José Císcar, para criticar también los presupuestos de la Generalitat. Pero la tesis era otra. Císcar denunció la discriminación que sufre Alicante y se quejó de que la provincia más favorecida es Castelló. «No sé si por casualidad», aseveró el mandatario popular, aludiendo así a que Ximo Puig es castellonense.