El Arciprestazgo de Onda, que engloba a un total de 21 localidades, abrirá el próximo viernes una tienda de ropa de segunda mano. En este sentido, una de las impulsoras, quien prefiere que se omita su nombre «porque somos un equipo», puntualiza que esta iniciativa «no trata de hacer negocio, sino de emplear a personas en riesgo de exclusión social». De momento serán dos o tres voluntarias quienes estarán de dependientas, y si la venta funciona, se empleará en la tienda a una o más personas, «que recibirán la correspondiente formación».
Los clientes potenciales de este «espacio con corazón», según la denominación que reciben este tipo de tiendas, son el público en general, tanto las personas necesitadas como los ciudadanos que estén sensibilizados con esta iniciativa o que quieran obtener algún producto a buen precio. «Habrá desde camisetas para niños a 2 euros hasta abrigos de 20 euros», afirma la voluntaria. Además de ropa, también habrá complementos, incluso calzado.
Funcionará también como ropero
Las personas más necesitadas acudían hasta ahora al ropero ubicado junto a la parroquia de San Bartolomé del barrio Monteblanco. Este servicio desaparece, pero no la solidaridad. La tienda también ofrecerá ropa de forma gratuita. Sin embargo, los demandantes deberán acudir con antelación a las parroquias, donde los voluntarios evaluarán la situación de la persona, fijarán sus necesidades y las derivarán a este comercio.
Las prendas están «en buen estado», y es que las donaciones, después de ser seleccionadas, pasan por un proceso de tratamiento con ozono de seis horas antes de ser planchadas y etiquetadas para su posterior venta, tal y como está estipulado en las tiendas Koopera Store que impulsa Cáritas. Dos de ellas, también operan en Castelló.
La inversión de la tienda, situada en la calle Ceramista Abad, ronda los 15.000 euros. El comercio abrirá este viernes, aunque la inauguración oficial, con la presencia del obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López, no será hasta dentro de unas semanas. Esta tienda sustituye al ropero de Cáritas, pero los ondenses que deseen donar vestimenta no la deban llevar a este comercio, sino que la tienen que depositar en los contenedores habilitados para ello en distintos puntos de la población.
De esta forma, también se evita que la ropa que donen los ondenses la vean puesta en otros ciudadanos.
Esta voluntaria también puntualizó que la ropa depositada en estos contenedores pasa después por un proceso de selección. Algunas prendas puede utilizarse para venderlas en tiendas de segunda mano, otras se derivan a otros países con mayores necesidades, y la que está en peor estado puede utilizarse como aislante. «Lo reciclamos todo», apostilla.
