Si hay un equipo que no se le da nada bien al entrenador del Villarreal CF ese es el rival de esta jornada: el FC Barcelona. Marcelino García Toral, con una dilatada trayectoria en Primera División, nunca ha conseguido vencer al conjunto blaugrana, situación que intentará cambiar este domingo cuando el submarino se enfrente a los catalanes en el Camp Nou (16.00 horas).

Es el único equipo de Primera División que se le atraganta al preparador asturiano, quien todavía no ha tenido la satisfacción de saborear un triunfo contra el Barcelona en Liga. En las diez ocasiones en las que se han enfrentado, el balance se ha cerrado con ocho derrotas y dos empates de Marcelino, con 23 goles en contra y solo seis a favor.

Con el Villarreal, durante la temporada pasada, el saldo fue de dos derrotas. En el partido de la primera vuelta por 0-1 en El Madrigal y, en la segunda vuelta, por 3-2 en el Camp Nou. Esa mínima diferencia en la que se ha repetido casi por norma general en las últimas campañas. Tanto es así, que las últimas cuatro derrotas del Villarreal contra el conjunto blaugrana ha sido por una mínima distancia en el marcador: en la temporada 2013-14 el submarino cayó por 2-3 en casa y por 2-1 jugando como visitante.

Etapas anteriores

Marcelino, además de al Villarreal, ha dirigido en Primera División al Recreativo de Huelva (2005-07), el Racing de Santander (2007-08), Real Zaragoza (2008-09) y el Sevilla FC (2011-12). Enfrentamientos los ha habido, y en unas cuantas ocasiones, pero nunca ha sido capaz el entrenador asturiano de ganar.

Incluso dos goleadas en contra tiene en su listado de registros de partidos jugados en Primera División contra el Barcelona. La primera de ellas la sufrió cuando era técnico del Recreativo en 2007 y cayera por un marcador de 0-4 en el Nuevo Colombino, mientras que la segunda la vivió cuando se sentaba en el banquillo del Zaragoza y cayó por 6-1 en el Camp Nou. Esta ha sido la peor derrota cosechada contra el conjunto catalán en la máxima categoría del fútbol nacional.

Los dos empates que se dieron en su trayectoria en Primera fueron ambos marcadores sin goles, uno al frente del Sevilla a domicilio en 2011 y el otro cuando dirigía al Racing de Santander en El Sardinero en 2007.