La Diputación de Valencia ha sido la primera en dar el paso al plantear la cesión al Consell de las competencias que le son impropias para centrarse en su labor de aliado de los ayuntamientos. Una propuesta que implica transferir a la Generalitat todos aquellos centros (el Psiquiátrico de Bétera, varios museos o el Instituto de Audiofonología) donde presta servicios que corresponden a la administración autonómica.

El objetivo es eliminar las actuales duplicidades para que cada institución se centre en su función y no invada espacios ajenos, tal como marca la ley de racionalización. En Castelló todavía no se ha abierto el debate, aunque la reestructuración de competencias en ciernes obligará, tarde o temprano, a poner encima de la mesa el futuro de dos de los buques insignia de la diputación: el Hospital Provincial y el complejo socioeducativo de Penyeta Roja.

Fuentes del gobierno provincial explicaron que no se ha analizado la opción de transferir dotaciones a la Generalitat. Admitieron que existe una duplicidad de competencias en los diferentes niveles de la administración y que la diputación está prestando servicios que le son impropios, como ocurre con el centro de acogida de menores de Penyeta Roja, financiado casi exclusivamente por la entidad provincial. Las mismas fuentes señalaron que la entrada en vigor de la ley de racionalización obliga a que cada institución se centre en el papel que tiene asignado.

El consorcio

Las competencias sanitarias corresponden a las comunidades autónomas. El Hospital Provincial de Castelló constituye una rara avis porque es propiedad de la diputación pero se rige desde 2004 por un consorcio integrado por la Generalitat y la propia la diputación. La administración autonómica es la que aporta el grueso de la financiación al hospital, mientras que la diputación transfiere una cantidad anual procedente del Estado. Pese a que la Generalitat es la que pone el dinero, la diputación ha ejercido un férreo control político sobre el centro, marcando las directrices al Consell y colocando a afines, sobre todo en la época de Carlos Fabra.

La llegada del PSPV al gobierno de la Generalitat puede marcar un antes y un después en el futuro del Provincial. Los socialistas manifestaron en la campaña electoral la necesidad urgente de traspasar la gestión del hospital a la Conselleria de Sanidad. Supondría derivar la Generalitat a los 1.050 trabajadores del centro, que se deben al consorcio.

El futuro del complejo socioeducativo de Penyeta Roja también entra en el debate competencial. La instalación pertenece a la diputación, pero las diferentes unidades se financian a través de convenios con la Generalitat. Los servicios que presta Penyeta Roja (educación o acogida de menores) son de potestad autonómica, de ahí que también pudiera plantearse la asunción del complejo por parte de la Generalitat.

Museo y turismo

El caso del Museo de Bellas Artes es peculiar porque el inmueble es de la Generalitat, pero parte de los fondos son de la diputación. También podría cuestionarse la razón de ser del Patronato Provincial de Turismo, al no tratarse de una competencia propia.