Último esfuerzo para el Villarreal antes del parón liguero de la próxima semana, pero se trata de un esfuerzo superlativo, un reto mayúsculo para el equipo de Marcelino García. El conjunto castellonense se mide al actual campeón de Liga y campeón de Europa, el Barcelona de Luis Enrique que, a pesar de no contar con su principal referente, Leo Messi, ha mantenido en las pasadas jornadas su ritmo de crucero para liderar la Liga junto al Real Madrid.

Difícil tarea la que afronta el submarino esta tarde en el Camp Nou porque, además de lo complicado que es siempre sumar en casa de uno de los mejores equipos del mundo, el equipo casi no ha tenido tiempo para preparar en profundidad el enfrentamiento contra los azulgranas. Los amarillos regresaron a Vila-real el viernes por la mañana, después de su duelo de Europa League contra el Dinamo de Minsk, y por la tarde ya se entrenaban con la mente puesta en el Camp Nou. Además de esta sesión, también se ejercieron ayer con este propósito.

Por otra parte, el Villarreal visita un estadio donde hace 7 años y casi 9 meses que no consigue un resultado victorioso. El conjunto de la Plana no suma los tres puntos desde la temporada 2007-2008 cuando se impuso por 1-2. Desde entonces, el submarino empató en las campañas 2008-2009 y 2009-2010 (3-3 y 1-1), pero en sus últimas cuatro visitas todo han sido derrotas. Otra dificultad añadida, la de revertir la dinámica más reciente en el Camp Nou.

Si no fuese suficiente con el esfuerzo acumulado y los precedentes desfavorables, también hay que añadir que el Villarreal viaja a la Ciudad Condal con cinco bajas de relevancia. A las ya habituales de Musacchio y Asenjo, ambos en la recta final de su recuperación, Marcelino tiene que sumar las ausencias de Adrián López y Leo Baptistao en la zona ofensiva. El primero se operó el martes en Finlandia de sus problemas en el tendón del recto anterior de la pierna izquierda. Por su parte, el brasileño todavía se recupera de la microrrotura sufrida en el recto anterior de su pierna derecha.

Junto a todos ellos, tampoco estará Eric Bailly. El marfileño también arrastra problemas físicos. En su caso, el jugador internacional sufre una elongación en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Pero, aunque hubiese estado en condiciones de jugar, una sanción por acumulación de tarjetas le hubiese impedido jugar.

La única buena noticia para Marcelino es que podrá contar con Roberto Soldado. El delantero vio su quinta amarilla de la temporada ante el Sevilla, pero el Comité de Competición le retiró la cartulina y podrá jugar hoy en el Camp Nou.

Con esto, el once que presentará Marcelino debería incluir a la mayoría de los teóricos titulares. Areola formará en la portería y Mario y Jaume Costa en los laterales. Bonera sustituirá a Bailly y será la pareja de Víctor Ruiz en la posición de central. Bruno y Jonathan podrían ser la pareja de mediocentros, mientras que en las bandas Castillejo y Denis Suárez podrían ejercer de extremos. Delante, los dos únicos atacantes sanos, Cédric Bakambu y Soldado.

Tampoco sin Rakitic

Aunque la ausencia más llamativa es la de Messi, al que todavía le faltan dos o tres semanas para superar su lesión de rodilla, Luis Enrique tampoco podrá contar con Iván Rakitic. El croata sufrió una lesión muscular en el duelo de Champions frente al Bate Borisov. Además, tampoco estará disponible Rafinha en la zona ofensiva por la rotura del ligamento cruzado que padeció en septiembre.

Pero, a pesar de estas bajas, el potencial del Barcelona continúa intacto. La ausencia de Messi la han cubierto con creces Luis Suárez y Neymar, guías en estos momentos del equipo azulgrana. También ha resucitado Sergi Roberto, que atraviesa un momento de forma envidiable. Además ha respirado el entrenador azulgrana con el retorno de Andrés Iniesta que contará con un puesto en el centro del campo junto a Busquets y el ya mentado Sergi Roberto.

Atrás, con Bravo como cancerbero, la defensa la formarán Piqué y Mascherano como centrales y Dani Alves y Jordi Alba como laterales. Finalmente, en el ataque, Munir y Sandro deberían pelear por ocupar el puesto vacante junto a Luis Suárez y Neymar.

Un equipo de campanillas al que el Villarreal intentará tumbar con un triunfo de prestigio que permita, como sucediera tras la victoria ante el Atlético de Madrid en El Madrigal, creer que se puede pelear por cualquier objetivo.