El resultado sepulte las sensaciones y hace olvidar los matices. El Villarreal se marchó goleado del Camp Nou y con el castigo añadido de recibir un golazo de Neymar. Pero los amarillos le aguantaron el ritmo al campeón de Europa durante 60 minutos. Lo malo es que el submarino le entregó un regalo, con lazito y todo, al Barcelona que pudo abrir el marcador y rebajar la tensión que sufría. Se derrumbó el Villarreal que, al final, recibió dos tantos más y perdió su tercer encuentro en las últimas cinco jornadas. Los amarillos se quedan quintos, con 20 puntos, sólo un por delante de su próximo rival en El Madrigal, el Eibar.

En el planteamiento, Marcelino se contradijo a sí mismo y regresó al plan antiguo contra el Barcelona. Reforzó la zona del mediocentro con un tercer pivote y Bruno, Pina y Jonathan dos Santos se encargaron de intentar frenar la zona de creación azulgrana. Castillejo y Denis Suárez se convirtieron en los señalados para desbordar la defensa de los de Luis Enrique, mientras que Soldado se encargó de enfrentarse hasta la extenuación a Piqué y Mathieu, que ayer ejerció de central en el eje de la zaga.

Aunque, en los primeros compases del encuentro daba la impresión de que la suerte de la apuesta sería negativa, este planteamiento le permitió a los amarillos tutear a su rival durante la mayor parte el encuentro. No se puede obviar que fue un duelo muy táctico, en el que un error en la salida del balón por parte de Bruno, decidió el duelo. Pero, hasta ese momento, la balanza se encontraba nivelada. El Barcelona buscaba romper la telaraña de un Villarreal que trataba de sorprender a la contra con la velocidad de Castillejo y Suárez y la testosterona de Soldado.

Tras un cuarto de hora de tanteo, la dupla Suárez-Neymar despertó y el Barça comenzó a pisar el área de Areola. El delantero uruguayo comenzó a desquiciar a la defensa en el minuto 19 cuando se marchó de Víctor Ruiz y centró al corazón del área. Jonathan la despejó, pero Dani Alves ensayó un disparo que se marchó a saque de esquina. De nuevo en el minuto 21 Suárez persiguió el balón en el área y metió el miedo en el cuerpo a un Mario que a punto estuvo de marcarse un gol en propia puerta. Areola la mandó a córner.

Tomó el relevo Neymar, en el minuto 25, que le rompió la cintura a Mario para casi anotar después. Aunque la más clara de los azulgrana, en este primer acto, la disfrutó Mathieu. Un fallo de Denis Suárez permitió una contra guiada por Luis Suárez. Cuatro hombres contra Víctor Ruiz que poco podía hacer ante ese panorama. El delantero culé cedió a Mathieu que la reventó ante Areola. Pero el francés, providencial, salvó el tanto.

Superada la primera ráfaga del Barcelona, el Villarreal se atrevió a salir de la trinchera. Denis Suárez y Castillejo comenzaron a acercarse a las inmediaciones del área azulgrana y Soldado, por fin, pudo disfrutar del balón. Pero sus intentos fueron tímidos, sin peligro real, aunque es verdad que los de Luis Enrique se vieron obligados a replegarse. Entonces, Castillejo desaprovechó la bala de plata del submarino para matar al lobo. Se plantó solo ante Bravo, al filo del descanso, pero su disparo se estrelló en el cuerpo del chileno y se evaporó la posibilidad de que cundiese el pánico en las filas locales.

Hincar la rodilla

El partido afrontaba su segunda mitad en la encrucijada. El Barça era superior sobre el papel, pero no lo demostraba sobre el campo. Por su parte, el Villarreal pudo haber mordido el cuello de su rival, pero le había permitido irse al descanso indemne al descanso. En un duelo en el que apenas se habían concedido errores, el más grave lo tuvo que cometer Bruno Soriano. Le entregó la pelota a Busquets, en una salida desde la defensa, y el internacional no desperdició el regalo. Su pase en profundidad lo recogió Neymar en el área que no perdonó ante Areola y anotó el 1-0.

Quedaba media hora por delante, pero en lugar de reforzarse en el buen trabajo hecho hasta ese instante, el Villarreal se descentró y dudó de sí mismo. Sólo diez minutos después, Jaume Costa arrolló a Munir dentro del área y Clos Gómez se vio obligado a decretar penalti. No falló Luis Suárez y, si el ánimo de los visitantes estaba tocado, ahora el equipo se sumió en el naufragio.

Todavía faltaba el peor castigo, porque si bien al final el Barça había sido superior, Neymar hizo que la sensación fuese de victoria por KO. El brasileño recibió la pelota de parte de Suárez en una contra que le dejó solo con Víctor Ruiz y Jaume Costa. Se deshizo del catalán y, para marcharse del valenciano, se inventó un sombrero con la pierna izquierda. Sin darle tiempo para reaccionar a Areola, disparaba con la diestra y anotaba el 3-0. La puntilla a un día para olvidar.