La Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana volverá a «mediados este mes» a Navajas con el fin de poder llevar a cabo una auditoría de cuentas del municipio referida al ejercicio 2013. Así lo dieron a conocer desde el consistorio en el último pleno celebrado en la localidad, después de que la entidad decidiera paralizar la auditoría el pasado mes de mayo, ante la falta de documentación que desde el ayuntamiento se le proporcionaba para desarrollar su labor fiscalizadora.
Tal y como explicaron desde el nuevo equipo de gobierno de Navajas, la paralización fue comunicada por escrito el 19 de mayo, al ver que no se le proporcionaba, pese haberlo requerido en diversas ocasiones, multitud de documentación como los expedientes de contratación, expedientes de presupuestos, relación de reparos de legalidad efectuados por el secretario y demás». Ante esta falta de información, comentan, «los auditores paralizaron la auditoría y propusieron volver en el mes de noviembre».
Y es que, como informan desde Navajas, «la situación es gravísima. Actualmente no se puede pagar el préstamo concedido por el Ministerio de Economía en el 2012 para pagar a proveedores (3.456.773,46 euros) y otro de los préstamos impagados, concretamente con CaixaBank, está en proceso judicial para el embargo de bienes del ayuntamiento.
Alternativa por Navajas dio conocimiento de las distintas propuestas que el consistorio se está planteando para la realización de una auditoría de las cuentas del municipio, que cuenta con una deuda con entidades financieras de 6.910 euros por habitante, lo que suma un total de 5.529.000 euros para 761 habitantes.
En este sentido, apuntaron, «vamos a solicitar una auditoría al Tribunal de Cuentas de los 10 últimos años en los que se ha generado esta deuda y, en caso de no atenderse esta petición, valoraremos la contratación de una empresa auditora para que realice un informe de distintas obras en las que se produjeron sobrecostes superiores al 50% del importe presupuestado e incluso audite algún año concreto».
A lo largo de los últimos diez años, el Ayuntamiento de Navajas, gobernado por el popular José Vicente Torres, jamás presentó las cuentas ante el Síndic, por lo que en Tribunal de cuentas le aplicó, en 2012, una multa coercitiva personal donde debía abonar 901,52 euros por no presentar las cuentas generales de los siete ejercicios desde 2005 a 2011.
Un pleno que nunca se celebró
Sería en septiembre de 2014 cuando el PSPV de Navajas descubrió que, tras estudiar el informe general de 2012 emitido por la Sindicatura de Cuentas valenciana, se alababa al Ayuntamiento de Navajas porque, después de diez años sin presentar números, había realizado el esfuerzo de aprobar las cuentas de 2006. Según se desprendía de los datos telemáticos aportados por Torres al órgano de control financiero, el ayuntamiento habría informado de que los presupuestos de 2006 fueron aprobados en un pleno el 16 de julio de 2013. Sin embargo, esta sesión nunca se llegó a celebrar.
Torres, justificó ante el Síndic de Comptes la acción alegando que fue un trámite burocrático para el que se usó la fecha de un decreto de alcaldía que firmaba que se aprobaban las cuentas provisionalmente con el fin de acceder a las subvenciones estatales. Tras su dimisión, en siete meses, la popular Cristina Villalba tomó el mando y aprobó las cuentas hasta 2010 en los meses que estuvo al frente de la alcaldía y varios presupuestos municipales de las últimas anualidades. El actual equipo de gobierno achaca la deuda contraída al «exceso de gasto corriente y los sobrecostes en obras algunas innecesarias».
