Viajar en tren puede ser mucho más difícil de lo que parece, al menos para un grupo de personas, las que se desplazan en silla de ruedas y viven en Moncofa, dado que, según denunció un usuario habitual de la estación de esta localidad, Toni Arias, la plataforma elevadora «no ha funcionado prácticamente desde que la instalaron». De hecho, el pasado sábado, harto de esta situación, decidió presentar una hoja de reclamaciones dado que, tras comprobar una vez más que los elevadores no estaban en uso, se desplazó hasta la estación de Nules, donde se encontró con el mismo panorama: un ascensor averiado.
Toni Arias lo tiene claro, este es un problema de «falta de sensibilidad», y así lo explicó en su queja oficial: «Pido que se tengan más en cuenta las necesidades que tenemos las personas con movilidad reducida».
Aunque lo cierto es que este vecino de la playa de Moncofa está acostumbrado a los inconvenientes. Cuando cualquier otro usuario se limita a comprobar los horarios y la frecuencia de paso de los trenes de ida y vuelta, Toni Arias tiene dos preocupaciones añadidas: saber si ese día podrá subir al tren y si cuando vuelva a casa encontrará un tren adaptado, porque no todos lo están y por lo tanto puede pasarse más tiempo del que desearía en la Estación del Norte para lograr lo que para cualquier otra persona es una simple rutina.
Por caminos rurales
La de Arias también es una reivindicación por la independencia y la autonomía. En su deseo de no tener que depender de nadie y no tener que molestar a nadie para poder realizar sus desplazamientos, llega incluso a preferir desplazarse con su silla de ruedas desde Moncofa hasta Xilxes para coger allí el tren. Lo hace a través de los caminos rurales y con cierto humor, comenta que aprovecha los desplazamientos «para disfrutar del paisaje». La resignación le lleva a afrontar ese momento con paciencia «poco a poco llego al destino».
Aunque lo cierto es que con el horario de invierno, cuando a las seis y media de la tarde ya anochece, esas desplazamientos por el término municipal no son lo más recomendable.
Toni vive en la playa de Moncofa desde hace tres años, pero sus padres, dos personas de avanzada edad, residen en Valencia, por lo que «al menos dos veces por semana intento desplazarme hasta allí para visitarles». Lo que para cualquier otro usuario de Renfe sería un simple traslado, para él puede llegar a ser una frustrante odisea.
Las desventuras de Toni Arias con Renfe han llegado a varios grupos políticos. Compromís de Moncofa denunció ayer la situación «que discrimina a una parte de la población que necesita más que nadie el transporte público y que en la actualidad está siendo privada de la libertad de movimientos por parte de ADIF». Desde esta agrupación se pide que el equipo de gobierno del PP de Moncofa «debe hacer más presión para defender a nuestros vecinos». Precisamente presión es lo que anunció que hará frente a Renfe el alcalde de Nules, David García, tras enterarse de las averías del ascensor.
