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El ascensor de la estación de Nules vuelve a funcionar una semana después

Los usuarios con dificultades todavía siguen sin plataforma en Moncofa Toni Arias, que presentó una reclamación por las deficiencias ante Renfe, se quedó atrapado en el andén de Nules el lunes

El ascensor de la estación de Nules vuelve a funcionar una semana después m. m.

A quienes se desplazan con silla de ruedas se les suele definir como personas de movilidad reducida, pero para Toni Arias o Javier Monferrer, vecino de Nules, la que se ha visto reducida exponencialmente los últimos días, como consecuencia de las «deficientes instalaciones de Renfe», ha sido su libertad, ya que el primero, en apenas 48 horas se vio atrapado en las estaciones de Moncofa y Nules porque la plataforma elevadora de la primera y el ascensor de la segunda no funcionaban; mientras que el segundo necesitó ayer la ayuda de cuatro personas para poder acceder al andén.

Según confirmó Monferrer, usuario habitual de la estación de Nules, aunque a primera hora de ayer el ascensor seguía fuera de servicio -un inconveniente que le ayudaron a salvar cuatro personas que cargaron con su silla de ruedas para que pudiera acceder al andén- cuando regresó a casa, sí que lo pudo utilizar. El servicio se restablece así, una semana después de que se averiara, lo que le obligó a coger el autobús o coches particulares para realizar sus habituales desplazamientos hasta la Universitat Jaume I.

Se da la circunstancia de que Javier Monferrer fue una de las personas más reivindicativas a la hora de exigir un ascensor para la estación de Nules y muchos medios de comunicación se hicieron eco de sus protestas, por lo que celebró la inauguración de este servicio como un acto de justicia, por eso no duda en denunciar que las instalaciones de Vila-real y Moncofa, por lo que a la accesibilidad respecta son «pésimas».

De eso sabe bastante Toni Arias, que el sábado pasado tomó la decisión de poner una reclamación tras comprobar una vez más que la plataforma de Moncofa no estaba operativa. Esto le obligó a trasladarse a Nules para poder viajar a Valencia, pero tuvo que desistir al no funcionar el ascensor, lo que calificó como una «falta de sensibilidad» de los responsables de Adif. Pero la odisea a la que tuvo que hacer frente el lunes por la tarde fue más surrealista si cabe.

Toni Arias, que reside en Moncofa, decidió viajar hasta Valencia, como suele ser habitual un par de veces a la semana, para visitar a sus padres. El problema llegó cuando pretendió volver a casa. Como hace cada día, acudió al servicio de información para saber cuándo salían los trenes adaptados con parada en Xilxes, ya que no todos lo están, y le dieron una hora: las 17.25. «Pensé que era una buena hora, a las 18.30 en Xilxes y a las 19.30 en mi casa». Cabe recordar que, como recogió ayer Levante de Castelló, Arias tiene que realizar el trayecto entre ambas localidades por caminos rurales en su silla de ruedas eléctrica.

Como tenía previsto, subió al tren de las 17.25 horas. El convoy, sin embargo, pasó de largo por la estación de Xilxes y también por la de Moncofa. Su única alternativa fue apearse en Nules, un serio problema si se tiene en cuenta que le esperaba un paseo de seis kilómetros «entre naranjos» desde esta localidad a la suya. Pero ni tan siquiera esa opción estuvo a su alcance, porque el ascensor de la estación seguía sin funcionar una semana después de producirse la avería. El resultado: Toni Arias se quedó atrapado en el andén.

La trabajadora de guardia le informó de que su única opción era coger un tren que salía de Nules en dirección a Xilxes a las 19.17 horas, a pesar de todo, como nos cuenta, no perdió el humor, «por primera vez viajé gratis».

Cuando Toni Arias llegó a su destino era bastante después de la previsto, y ya era completamente de noche, una situación que relata de la siguiente manera: «Estaba todo oscuro, no tenía batería en el móvil, así que, guiándome por las estrellas y por las luces de la costa, camí Rafols, senda de l'Om, camí de Cabres, mosquitos tigre, perros sueltos y mucho miedo, volví a casa».

Lo que le sucedió el sábado y se repitió con mayores inconvenientes el lunes, no le hace desistir de su convicción de querer ser independiente y poder viajar a ver a sus padres tantas veces como quiera, con total libertad. Todos estos problemas solo hacen que reafirmar su decisión de seguir intentándolo, «seguiré pidiendo un poco de comprensión y ayuda hacia los que tenemos diversidad funcional y queremos ser ciudadanos como los demás».

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