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El bipartito anuncia un presupuesto de transición y sin inversiones nuevas

El ejecutivo priorizará el gasto social y aplaza el grueso del pacto de gobierno CS en Moviment asume las cuentas a falta de la votación del viernes

Amparo Marco y Enric Nomdedéu en el último pleno. ignacio brotons/ACF

El primer presupuesto del gobierno progresista del Ayuntamiento de Castelló será de transición y eludirá nuevas inversiones. Las cuentas de 2016 aplazarán el grueso del pacto de gobierno a los siguientes ejercicios del mandato y priorizarán el gasto social. El principal incremento se registrará en las ayudas de emergencia social, que por primera vez recogerán ayudas contra la pobreza energética.

El bipartito y Castelló en Moviment están a punto de cerrar el presupuesto. Sólo falta limar en las negociaciones una serie de cuestiones técnicas y que la asamblea de la formación emergente dé el visto el viernes. Los tres protagonistas de las conversiones -PSPV y Compromís en el ejecutivo y CS en Moviment en la oposición- aceptan dejar para 2017 del acuerdo de gobierno. Admiten que el presupuesto de 2016 será de transición por el escaso margen de tiempo que han tenido -la nueva corporación tomó posesión el 13 de junio- y por los contratos firmados por los munícipes del PP y que siguen vigentes. .

Desde el equipo de gobierno no ha trascendido el contenido del presupuesto al encontrarse en proceso de negociación. Sólo se apunta que los ingresos serán similares a los de 2015 -cerca de 160 millones de euros-, aunque las delegaciones negociadoras coinciden en señalar que será un embrión del programa de gobierno.

Cabe tener en cuenta que los salarios de la plantilla de funcionarios y las contratas públicas prácticamente coparán entre un 75 y un 80 % del presupuesto. Asimismo, los ingresos del Impuesto de Bienes Inmuebles, la principal fuente recaudatoria del ayuntamiento, descenderán más de un millón de euros por el cambio de la ley de valores catastrales, que obliga a cobrar como rústico las parcelas urbanizables sin construir. El margen de los concejales del PSPV y Compromís también estará condicionado por los contratos con pagos plurianaules adjudicados por el antiguo ejecutivo.

Así, quedará en torno a unos 30 millones para ejecutar proyectos propios. Al respecto, el esfuerzo principal se quiere acometer en el área de bienestar social. Las ayudas de emergencia social rondarán los dos millones de euros, pero a diferencia de los presupuestos de años precedentes, se dividirán los importes y se concretarán si está vinculados a alimentación, higiene, vivienda o luz.

Por primera vez, habrá presupuesto para pobreza energética. El ayuntamiento firmó la semana pasada un convenio con Iberdrola por el que se compromete a sufragar el gasto de la luz de los hogares necesitados y con impagos. La compañía, por su parte, obviará cortes del suministro en estas viviendas mientras se tramitan las ayudas municipales.

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