Ninguno de los 266 ayuntamientos de la provincia de Valencia podrá argumentar problemas presupuestarios para pagar antes del 31 de diciembre el primer tramo de 100 euros de la ayuda universal para libros de texto a cada niño en edad escolar que tengan empadronado. Esto se debe a que la Diputación de Valencia se ha comprometido a adelantar el dinero del primer tramo a los municipios que no tengan liquidez. Así consta en el convenio que suscribió ayer el presidente de la corporación provincial, Jorge Rodríguez, con el jefe del Consell, Ximo Puig, y el conseller de Educación, Vicent Marzà.

Generalitat, las tres diputaciones y los 542 ayuntamientos de la Comunitat deben aportar a partes iguales un total de 97,8 millones —la mitad ahora y el resto en junio— al plan de gratuidad de libros de texto con el que el Consell aspira a crear bancos de manuales escolares en centros públicos y concertados.

Para ello ofrece una ayuda de un máximo de 200 euros a cada uno de los más de 500.000 estudiantes valencianos de enseñanza obligatoria, si entrega los libros en buen estado a final del curso. Los primeros 100 se pagarán en los ayuntamientos partir del 1 de diciembre presentando la factura de los libros.

A la Diputación de Valencia le corresponde aportar 16,8 millones, 8,4 ahora y 8,4 en junio. Los ayuntamientos sin liquidez deberán consignar en su presupuesto de 2016 las cantidades avanzadas por la corporación provincial.

Ayer ya se habían adherido al plan 425 de los 542 municipios, pero la conselleria ha ampliado una semana más el plazo para que se sumen todos los que faltan.