Más formación y concienciación en la prevención de incendios es el mensaje clave con el que Fundación Mapfre quiere llegar este año a la sociedad en esta materia, un llamamiento que se dirige principalmente al segmento con mayor riesgo y que más víctimas registra, el de mayores de 65, que debería conocer qué medidas son las más adecuadas y eficaces para proteger su hogar y salvar la vida.

También recuerda la importancia de que los ciudadanos conozcan las pautas necesarias en caso de emergencia y que instalen detectores de incendios en sus casas, el sistema más efectivo y económico para sobrevivir en caso de fuego por la noche y mientras se duerme. Así lo ha puesto de manifiesto Fundación Mapfre en el transcurso de la presentación de la X edición de la Semana de Prevención de Incendios, que tuvo lugar ayer en Castelló y que cuenta con la colaboración de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) y el Consorcio Provincial de Bomberos de Castelló. Se trata de una iniciativa que se celebrará en esta provincia y que recorrerá otras 32 ciudades más con el objetivo de difundir pautas de autoprotección para que los ciudadanos tomen conciencia de los riesgos de incendios que pueden presentarse en sus hogares y en cómo evitarlos.

Este año las actividades girarán en torno al hogar, a las comunidades de vecinos y los locales comerciales. El público escolar seguirá siendo, según Mapfre, prioridad, y aprovechando que este trimestre coincide con el comienzo del curso, se han organizado simulacros, talleres y charlas de prevención de incendios, otras para aprender a utilizar un extintor e instalar un detector de incendios y para poder ayudar a una persona que ha quedado atrapada en un incendio en condiciones de visibilidad nula.

Ricardo Garzo, director Territorial de Mapfre en Castelló y Valencia, ha destacado que casi 150 personas perdieron la vida por un incendio en España en 2013, que más de 3.000 personas reciben asistencia hospitalaria anualmente por una quemadura y que el 60 por ciento de las víctimas mortales en incendios son personas mayores de 65 años, en su mayoría hombres, que fallecen como consecuencia de un incendio o una explosión en la vivienda debido a un descuido con el radiador, la chimenea y el brasero, así como por el hábito de fumar o por incidentes eléctricos.