Las primarias para la elección del cabeza de lista de Compromís-Podem por Castelló han abierto una crisis en el seno del Bloc. El bando derrotado denuncia un «pucherazo» del aparato del partido para que se imponga la candidata oficialista Marta Sorlí, que ha ganado por 66 votos.

Todo el proceso ha estado envuelto en la polémica por el rechazo de una parte del Bloc a concurrir con Podemos en las generales. Este bando se posicionó en Castelló a favor de la candidatura del vila-realense Santiago Cortells, mientras que la de Sorlí representaba la apuesta por la confluencia.

Partidarios de Cortells manifestaron ayer su malestar con el modo en que se han desarrollado las primarias. Denunciaron la «opacidad» del proceso y que Podemos haya hecho campaña a favor de Sorlí, interfiriendo en un proceso del Bloc. Por otra parte, censuraron el uso del censo de votantes y señalaron que ha estado custodiado por gente partidaria de Marta Sorlí, por lo que, apuntaron, pudo utilizarse a favor de esta candidata. También incidieron en que el censo permaneció custodiado en el Ayuntamiento de Castelló, un lugar «inapropiado», ya que supone confundir los ámbitos institucional y orgánico. Por todo ello, hablan de un «pucherazo» para beneficiar a Sorlí, partidaria del pacto con Podemos y persona afín al conseller de Educación, Vicent Marzà.

Sorlí rebatió ayer estas acusaciones. Manifestó su convencimiento de que ha sido «un proceso limpio», ya que « la comisión de primarias ha velado por que así sea». Según señaló, todos los candidatos han tenido la misma información y han podido consultar el censo en igualdad de condiciones. Por otra parte, celebró el acuerdo alcanzado con Podemos, ya que «por primera vez, se ofrece al votante una plataforma que aglutina todo el espectro ideológico de izquierdas». Detrás de Martí Sorlí estará Claudia Varella, de Podemos. La candidatura al Senado la componen Jordi Navarrete, Benito Pérez y Enric Pla.