El Ayuntamiento de la Vall d'Uixó está trabajando en la búsqueda de «una solución definitiva» para la avenida Sudoest, que reproduce desde hace tiempo un problema de estabilidad del pavimento como consecuencia de la fuerza que ejercen las raíces de los árboles, que han provocado la rotura de varias jardineras y el levantamiento de adoquines en algunas zonas, según confirmaron fuentes municipales.
Las quejas vecinales por este problema no son desconocidas para el ayuntamiento, pero tampoco son nuevas, principalmente porque los desperfectos en algunas de las jardineras circulares, que se diseñaron para que pudieran ser utilizados como bancos, son evidentes. Precisamente este mismo problema fue el que motivó en su día la reforma integral de la avenida, que no estuvo exenta de polémica, ya que supuso talar numerosos árboles y cambiar de forma radical el diseño de este paseo peatonal que vertebra una de las principales avenidas de la ciudad.
La aplicación de una solución, según se reconoce desde el ayuntamiento, se encuentra con dos inconvenientes. El primero el económico, según explicaron desde el consistorio, por la «falta de recursos para cuestiones urbanísticas», lo que obliga a estudiar cada necesidad y priorizar las acciones a realizar. En este caso es un proyecto «que por su envergadura no puede ejecutar la brigada municipal», que es como viene actuándose hasta el momento sobre los problemas más urgentes que se detectan en la vía pública.
El segundo inconveniente tiene que ver con la vegetación existente en la zona, en concreto los árboles que están provocando los problemas de levantamiento del pavimento. Es por ello que, según detallaron fuentes municipales, este es un trabajo que se va a desarrollar de manera conjunta desde las concejalías de Urbanismo y Medio Ambiente, «porque no se quiere volver a ejecutar una solución parcial, sino una intervención definitiva», a diferencia de lo que se realizó con la anterior reforma «en la que, es evidente que no se pensó en las consecuencias que tendría».
Los desperfectos más evidentes se reproducen en el tramo final de la avenida, en el tramo comprendido entre el colegio Ausiàs March y el edificio del Conservatorio, precisamente donde decidieron conservarse varios ejemplares de Ficus Microcarpa F.L., que a principios de enero de 2007 fueron declarados árboles de interés local, por lo que se entiende que están protegidos. Sus dimensiones hablan por sí solas, con una altura de más de 12 metros, un diámetro de copa que ronda los 14 metros y un perímetro de más de 3 metros, además tienen una edad estimada de 25 años.
En cualquier caso, desde el ayuntamiento se insiste en que, aunque es un proyecto para esta legislatura, no está aún fechado.
