La selección española de fútbol se encuentra en España desde ayer después de aterrizar este martes a las 11:31 horas en el aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez procedente de Bruselas, donde iba a disputar un encuentro amistoso frente a Bélgica suspendido por motivos de seguridad. La expedición, encabezada por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y el seleccionador, Vicente Del Bosque, hizo acto de presencia por la terminal 3 del aeropuerto veinte minutos después de aterrizar el avión.

El primero en abandonar el aeropuerto fue precisamente Villar, que nada más salir por la puerta que da acceso a la calle se marchó acompañado por sus ayudantes a un coche que les esperaba.

Tras los pasos de Villar, los futbolistas convocados por Del Bosque para los dos partidos amistosos ante Inglaterra y Bélgica fueron saliendo uno a uno por la terminal y en el aparcamiento se fueron montando en coches y furgonetas que les esperaban.

Sin hacer apenas declaraciones, algunos de los jugadores se fueron despidiendo antes de subirse a sus respectivos medios de transporte. Uno de ellos, Óscar De Marcos, jugador del Athletic Club de Bilbao, sí desveló que durante la estancia en Bruselas «algunos jugadores pasaron más miedo que otros» ante el riesgo de atentado.

El último en salir por la terminal del aeropuerto madrileño fue el delantero del Celta de Vigo Nolito, que lamentó la suspensión del partido y declaró escuetamente que hasta el último momento «pensaban que iban a jugar».

España y Bélgica tenían previsto disputar este martes un encuentro amistoso en el estadio Rey Balduino de Bruselas. Después de los atentados terroristas del pasado viernes en París, el Ministerio del Interior belga declaró que había «riesgo real de atentado» sobre el partido.