Mohamed El Hadri Moha, exjugador del Vinaròs que el pasado domingo le propinó un cabezazo a un árbitro asistente que provocó la suspensión del partido Vinaròs-Puzol (0-4, min. 75), se mostró «muy arrepentido» y pidió disculpas al colegiado por lo sucedido. «No pararé hasta poder hablar con él. Quiero pedirle perdón cara a cara, si no mi conciencia no estará tranquila», reconoció al programa La Red del canal JN Producciones de Vinaròs.

«Hace muchos años que juego a fútbol y nunca había tenido una reacción así. Me arrepiento. Lo digo una y mil veces», destacó el joven futbolista. «Di una imagen penosa y dejo una mala imagen en este deporte que es el que me gusta y practico», reconoció públicamente. Además, tiene claro que «acaté la decisión del Vinaròs de darme la baja y acataré la sanción que me impongan. Entrenaré para volver cuando pueda con más ganas e ilusión».

Moha, muy afectado, quiso aclarar que «no le rompí el tabique nasal. Le empujé con la cabeza y cayó al suelo. No tiene nada roto». Y también dijo que minutos después del incidente se acercó al hospital para pedir perdón al asistente «pero no me dejó. Entiendo que en ese momento no tuviera ganas de nada por estar dolido».