La decisión de la Diputación Provincial de abonar su parte de la financiación para libros una vez los ayuntamientos hayan pagado las ayudas a las familias puede poner en un brete a los municipios. Así lo considera el concejal de Educación de Castelló, Enric Porcar, quien advierte que el ayuntamiento de la capital podría encontrarse con «un gran problema» si tuviera que adelantar la parte que corresponde a la diputación. Por otro lado, espera que la Generalitat cumpla su compromiso de transferir al consistorio su financiación antes de que se empiecen a pagar las ayudas a principios de 2016. Entre las tres administraciones la dotación para libros en la ciudad asciende a 1,8 millones de euros.