Cuatro años después de la tragedia en el río Seco, el paso donde el agua se llevó la vida de cuatro personas de una misma familia, así como de otros puntos sobre su cauce, cuenta con mayor señalización.
El peligro no ha desaparecido, y es que cuando llega la gota fría el tramo es intransitable, pero al menos hay señales que lo advierten. Algunas de ellas se colocaron poco después del suceso, y las últimas hace escasas semanas. Además, y desde hace años, cuando llueve, los cuerpos de seguridad también se afanan en colocar vallas que impiden el tránsito de vehículos.
El Ayuntamiento de Onda señalizó a finales de octubre los pasos sobre el cauce del río Sonella situados en el camino viejo de Betxí y en la travesía del barrio Tossalet hacia el camino de Artana que da acceso al cementerio municipal.
La acción consistió en señalizar la preferencia en la circulación y en la colocación de balizas en esos pasos que tienen escasamente 5 metros. Con esta actuación, el nuevo equipo de gobierno quiso dar lo que valoró como «un paso más para garantizar la seguridad de los ciudadanos en este tipo de tramos peligrosos de las vías municipales, sobre todo en épocas de lluvias intensas».
Menos de una semana después, parte de esta señalización, concretamente la que se colocó sobre los pasos, ya estaba para cambiar. Con el último de los episodios de la gota fría algunas de estas balizas se deterioraron debido a la fuerza del agua, haciendo patente la virulencia con la que baja el caudal cuando el río Seco se despierta, y es que incluso en esta ocasión llegó incluso a desbordarse.
105 litros en una hora
El río Seco, hoy con un mínimo caudal, también se convirtió en 2011 en un torrente tras las lluvias torrenciales caídas en la tarde del 20 de noviembre, cuando en Onda se registraron 105 litros en apenas una hora.
Esta crecida se llevó por delante la vida de cuatro ondenses en el río Seco (un matrimonio mayor, la conductora y sus dos hijos). En el barranco de Ràtils la fuerza del agua también sesgó la vida de un joven rumano, cuyo vehículo desapareció en la partida del Palmera y apareció en el término municipal de Vila-real.
Aquel día eran las elecciones generales que ganó Rajoy, pero en Onda los comicios pasaron a un segundo plano y el suceso dejó un sabor a derrota que todavía pervive cuando se recuerda.
