Se repitió la historia en el Borriol. El equipo de Pedro Fernández Cuesta se adelantó en el marcador y al final su rival le volteó el marcador. Ayer lo hizo el Crevillente con polémica y en el minuto 80. El colegiado cobró un protestado penalti a favor de los alicantinos que significó el regresar de vacío a la Plana Alta, con indignación por la facilidad con la que los colegiado suelen cebarse de la escuadra borriolense. Enfrente hubo un gran rival, eso sí, pero sobre el terreno de juego la superioridad no fue tanta. Así que derrota y la escuadra borriolense que regresó de vacío y con una sola victoria como visitante

Luchando contra viento y marea inició el partido el conjunto de Pedro Fernández Cuesta. Y nunca mejor dicho porque el Borriol arrancó el encuentro jugando con el viento en contra, lo que dificultó mucho la salida. Los rojillos nunca le perdieron la cara al partido y aguantaron el acoso crevillentino. Y luego, como ha sucedido en muchos desplazamientos, el Borriol logró adelantarse en el marcador. Lo consiguió en el minuto 24 tras un robo de balón del almassorense David Colomer en el centro del campo. Avanzó, sorteó a varios rivales, se le dio al delantero Héctor Zaragoza y éste envió el balón fuera del alcance de Nacho. Quinto gol para el espigado atacante. La alegría duró poco porque en el minuto 32 los alicantinos consiguieron poner las tablas en el marcador con esa igualada se llegó al descanso en el Enrique Miralles.

El segundo acto arrancó con una buena ocasión para David Colomer que obligó al portero local Nacho a rechazar el balón a saque de esquina. El Crevillente fue apretando y apretando. El colegiado barrió para casa y en el minuto 80 cobró un penalti muy protestado por el Borriol que derivó en el 2-1 final, con el gol de la remontada.

Resignación en la expedición del Borriol que vio como una polémica decisión del árbitro valenciano les costó el regresar a casa de vacío del Enrique Miralles, a pesar de adelantarse primero en el marcador.