Como un torbellino arrancó el Villarreal C su partido ante el Jove Español. El vendaval duró hasta el descanso. Los vila-realenses de Carlos Pérez Salvachúa encarrilaron el cuarto triunfo consecutivo a las primeras de cambio, haciendo uso y disfrute de sus continuas llegadas a la portería de Millán. Al tercer minuto marcó Simón en una jugada de Dani Raba, y sin solución de continuidad Pedrito Martínez amplió la ventaja. Antes del descanso Ibra recortó la ventaja y tras el descanso los alicantinos, que acabaron siendo mejores, empataron el duelo en la recta final.

Once jornadas acumula sin perder, el segundo filial amarillo. Es de destacar para un bloque que juega con descaro y predispuesto a recibir la dureza del rival. El Jove Español jugó y dejó jugar, pero insuficiente para hacer frente al vendaval de la escuadra vila-realense. Los de la Plana Baixa sólo necesitaron tres minutos para marcar. El cántabro Dani Raba se la preparó, lanzó y el cuero rechazado por el onubense Simón Moreno acabó con el balón a las mallas. Tres más tarde el centro del granadino Javi Maldonado desde la izquierda acabó con el cuero cabeceado a la red por el dolorense Pedrito. Luego se pudo sentenciar el encuentro. Otra vez Pedrito y otra vez Dani Raba (tuvo dos), estuvieron a punto hinchar más el luminoso del Mini. Y perdonar, en el minuto 43 Miki envió alto sólo ante Ximo y en 44 Ibra puso el 2-1.

Se cambiaron los papeles en el segundo tiempo. Al menos el Jove Español tuvo más control de la situación ante un filial amarillo que seguía perdonando y perdonando. Con la salida de Mario González tampoco se mejoró la efectividad en los metros finales. Hasta Simón Moreno envió un balón al palo en el minuto 73. Y es que en el fútbol el que perdona lo acaba pagando caro y el Villarreal C no es ajeno a esta máxima del balompié. En el minuto 80, al primer despiste atrás, Javo puso el 2-2.

Y de ahí al final un querer y no poder. Todos veían más cerca el 2-3 que el 3-2. Y Manu Viana tuvo la oportunidad en sus botas para lograr el tercer.. No pudo ser y como mal menos un empate que alarga la racha de partidos sin perder de los groguets.