En enero de este año, una decena de oncólogos del Hospital Provincial de Castelló, adscritos al servicio de radioterapia, rubricaron un escrito advirtiendo de la situación insostenible provocada por las continuas averías de los dos aceleradores lineales. Pidieron la sustitución de la máquina más antigua, pero también incidieron en que Castelló incumple las ratios que marcan las sociedades española y europea de oncología radioterápica, que recomiendan disponer de un equipo por cada 200.000 habitantes. Esta proporción no se da en la provincia, al disponer de dos aceleradores para 600.000 personas. Tampoco se cumplirá con la nueva máquina que se va acomprar, ya que se limitará a «jubilar» a una de las actuales.

La misiva de los oncólogos -entre los que figuraba el director del Instituto Oncológico del Provincial, Carlos Ferrer- también denunciaba un agravio territorial, al recordar que Castelló, con una población próxima a los 600.000 habitantes, dispone de dos equipos, «mientras en Valencia sí se cumple la ratio a la perfección, con 13 equipos para 2.580.000 habitantes». Los médicos subrayaron que el incumplimiento de esta regla ha generado en el Hospital Provincial un «déficit crónico que ha llevado al sobreuso de los equipos, con un envejecimiento patente que es el origen de las frecuentes averías». Alertaron también de que la incidencia del cáncer va a ir a más, ya que la previsión es que uno de cada tres hombres y una de cada cinco mujeres lo sufrirán a lo largo de su vida, de ahí la necesidad de disponer de suficientes equipos para atender a los pacientes.

La compra del acelerador lineal aprobado recientemente por la Generalitat y la diputación sólo atiende parcialmente esta demanda. El equipo reemplazará al más antiguo, que se halla en el final de su vida útil y cuya sustitución es obligada. El nuevo acelerador tendrá prestaciones muy superiores al actual al incorporar tecnología de última generación. Pero la provincia de Castelló seguirá disponiendo de dos aceleradores, cuando por población le corresponden tres.

El Hospital Provincial puso en marcha en 2006 su segundo acelerador lineal y al poco de inaugurarse ya se planteó la conveniencia de un tercero. En 2010, se publicitó la adquisición de otra máquina, con una inversión de dos millones, aunque no se cumplió el anuncio. Durante un largo tiempo, la incorporación de un tercer equipo fue una reivindicación recurrente, pero ahora todos dan por buena la sustitución de uno de los dos actuales. La comunidad médica no ha vuelto a alzar la voz. La Generalitat y la diputación han mantenido una pugna por la financiación del acelerador (que van a costear a partes iguales) sin plantearse la conveniencia de un tercero. Ni siquiera los sindicatos han reivindicado un acelerador más, pese que activaron una campaña de recogida de firmas a través del portal change. org para reclamar el tercer dispositivo.