La Guardia Civil, en colaboración con la Oficina Central Nacional de Interpol, ha detenido a dos personas de nacionalidades argentina y venezolana, la primera en Castelló y la egunda en Barcelona, que eran reclamados internacionalmente por sendos delitos de homicidio cometidos en sus países de origen.

En el caso del nacional argentino, Juan Mauricio Q.I., arrestado en Castelló, contaba con una orden internacional de detención desde 2010. El sospechoso mató presuntamente en 2007 a un conciudadanos, Santiago P., con un arma blanca. La víctima tenía una relación sentimental con la expareja del acusado.

La Oficina Central Nacional de Interpol en España recibió diversas informaciones que situaban a este individuo en España, concretamente en la provincia de Castelló. Agentes de la Sección de Huidos de la Justicia de la UCO y de la Comandancia del mismo Cuerpo en Castellón descubrieron que el sospechoso había trabajado bajo otro nombre en diversos locales de hostelería de la provincia en los últimos años.

Actualmente se dedicaba a la venta ambulante en distintas ferias y mercados medievales celebrados en la Comunitat Valenciana y otras partes de España, estaba totalmente integrado en su comunidad y llevaba una "vida social activa". Casi nadie en su círculo conocía su pasado. La 'operación Quesada' contra este individuo culminó con su detención en su domicilio, en una zona rural a las afueras de la ciudad de Vila-real. Ha sido puesto a disposición judicial para el inicio de su proceso de extradición a Argentina.

Un venezolano acusado de matar a su novia

Por otro lado, la Guardia Civil ha detenido en Barcelona, en la 'operación Estela', al ciudadano venezolano Eduardo Enrique E.R., contra quien pesaba una orden internacional de detención desde el pasado verano. Este individuo estaba acusado ser el autor de un delito de homicidio cometido en el año 2009 en aquel país, al haber matado a su entonces novia Grociennys Jhoana M.M. Según las autoridades venezolanas, estaba considerada como un individuo violento, armado y peligroso.

La Oficina Central Nacional de Interpol en España recibió diversas informaciones que situaban a este individuo en España. Se comprobó que al huido le constaban en años pasados antecedentes por violencia de género en las provincias de Barcelona e Islas Baleares, a raíz de denuncias, por injurias y lesiones, presentadas por otra ciudadana venezolana afincada en España con la que mantiene una relación estable.

El huido vivía a caballo entre ambas provincias, trabajando como vendedor ambulante en las playas de Menorca durante la temporada de primavera y verano y pasando el resto del año en Barcelona, y seguía conviviendo con la mujer que le denunció por violencia de género, sin tener ya en vigor ninguna medida cautelar de alejamiento sobre ella.

Fue localizado en la localidad de Barcelona, procediéndose a su detención y puesta a disposición de la Autoridad Judicial para el inicio de su proceso de extradición a Venezuela.