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Distrito Norte

Denuncian deficiencias y la falta de aceras en el entorno de la Quadra Borriolenc

Los vecinos se ven obligados a caminar por la calzada junto a los coches o por aceras sin pavimentar en algunas calles de la zona

Eva Salas, vecina del barrio, es una de las afectadas. carme ripollés

Hay calles que no están hechas para los peatones y un ejemplo de ello es el entorno de la Quadra Borriolenc de Castelló, una zona muy transitada de la ciudad por la proximidad del Hospital General. Los vecinos llevan años denunciando la falta de aceras para los transeúntes, pero el problema sigue sin solucionarse, según explicó a este diario Eva Salas, quien reside en la calle Alcalde José Ballester desde hace seis años.

Esta vecina lleva a su bebé en carro al centro de salud de San Agustín todas las semanas y cada viaje resulta un suplicio. Al salir de su casa toma la calle Betxí, donde se ubican los almacenes de gaiatas. Esta vía, poblada de naves, cuenta con un amplio espacio para vehículos, pero no así para los peatones, que se ven obligados a caminar por el estrecho camino que queda entre los coches y las paredes de los almacenes. «Normalmente, ni siquiera hay espacio para ir por ahí y mucho menos con un carro», lamenta la vecina del barrio. Por ello, tiene que acabar transitando por la calzada junto a los coches que circulan en ambas direcciones. «A veces los conductores me pitan, pero no puedo ir por otro sitio», denuncia Salas.

La acera empieza en la esquina de la Quadra Borriolenc, donde se ubica una cooperativa agrícola. Sin embargo, se encuentra tan deteriorada que el paseo resulta complicado, sobre todo, para quien lleve un carro o tenga problemas de movilidad. «Aquí empieza mi suplicio», dice la vecina. Hay tramos de acera sin pavimentar y con desniveles tan acusados que impiden transitar con normalidad. Además, llegados a un punto de la calle, en dirección al centro de salud, un contenedor de basura bloquea la acera, por lo que no cabe más remedio que invadir la calzada y exponerse al peligro del tráfico.

La situación no es nueva. Según Eva Salas, cuando se mudó al barrio expuso a los vecinos la necesidad de denunciarlo ante el Ayuntamiento de Castelló, pero éstos le advirtieron de que ya habían informado de las deficiencias y nunca se había puesto solución. A pesar de ello, la vecina decidió presentar también una queja en el consistorio y a día de hoy tampoco ha obtenido respuesta. «Nadie nos hace caso porque estamos lejos del centro de la ciudad, pero nosotros también pagamos impuestos y tenemos derecho a que arreglen las calles», reclama. Basta un paseo por la zona para darse cuenta de que el tránsito a pie resulta difícil y, en ocasiones, incluso peligroso, ya que hay que pisar la calzada para sortear la falta de aceras o las deficiencias del pavimento. Una estampa que contrasta con la de la renovada zona del nuevo McDonald's y el supermercado Aldi, donde hay una amplia acera con carril bici.

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