Unos 30 alumnos caminan a diario por las calles de Vilanova d'Alcolea en dirección a su colegio, una rutina salpicada los últimos meses por el sonido de algún avión que sobrevuela el cielo en dirección al aeropuerto más conocido de España. Mochila en mano, los pequeños y pequeñas reciben las clases en un colegio que, por no tener, no tiene ni nombre, aunque se le conoce por Extramuros y está integrado en el Centro Rural Agrupado El Trescaire que comparte con las vecinas localidades de Benlloch -colegio Virgen de Loreto-, La Pobla Tornesa -CP Virgen de Loreto- y la Torre d'en Doménec, este último también sin nadie que lo nombre.

Pero Vilanova d'Alcolea, que debía beneficiarse del impacto del aeropuerto de Castelló y de mejoras en las dotaciones sociales, tiene un colegio distinto al de sus tres compañeros de viaje: sus alumnos estudian en barracones y no hay proyecto en el horizonte que les permita vislumbrar lo contrario. Su alcalde, el independiente Francisco Oller (AVI), no puede decirlo más claro: «Tenemos un aeropuerto y no tenemos escuela».

Y es que la pequeña localidad de la Plana Alta, con apenas 700 habitantes, sigue esperando el maná que debían llegar con los aviones, de ahí que aplauda el anuncio realizado el jueves por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de que una de las prioridades para 2016 será impulsar de una vez el millón de metros cuadrados reservados para desarrollo industrial.

El alcalde señalaba ayer que «el deseo del presidente del Consell es compartido por todos nosotros; es más, ojalá estuviese ya ejecutada toda esa zona, porque al margen de los ingresos que tenemos por el IBI que se aplica al aeropuerto, nada más hemos visto en el municipio». Por ello, Francisco Oller confía en que las gestiones de la Generalitat «den sus frutos y se pueda captar inversores». A su juicio, «si se pusiese en marcha un polígono industrial, la gente del pueblo debería tener alguna facilidad para trabajar, al margen de que, sin duda, serviría para dinamizar la comarca, ya que otras localidades del entorno podrían verse favorecidas».

De momento, todo son elucubraciones. Ximo Puig, insistió en Castelló que de lo que se trata es de movilizar todos lo recursos para intentar captar inversiones logísticas, o de cualquier otro ámbito, «con la meta de disponer de compañías que se instalen allí y, fundamentalmente, puedan generar puestos de trabajo». De hecho, los propios presupuestos autonómicos para 2016 lo marcan como un proyecto a priorizar.